Absalón Méndez Cegarra
En el horizonte político, económico y social venezolano se avizoran tiempos de cambio. No somos muy optimistas sobre el particular; pero, la contundente y desafiante demostración de fuerza popular volcada en las calles de Caracas y de toda Venezuela el IS, son señales que anuncian un nuevo tiempo por venir.
A juzgar por el contenido de la entrevista concedida por Felipe Pérez al Semanario La Razón (04-09-2016), ya, se ha constituido un equipo de economistas para definir un plan económico que permitirá a Venezuela, en período relativamente corto, salir del marasmo en que se encuentra.B
El profesor Pérez, ex ministro de Planificación del gobierno de Chávez, conoce el monstruo por dentro, sabe lo que se hizo y se ha hecho mal y, ahora, nos propone soluciones. Advierte, que las mismas, no vendrán por el lado del liberalismo; pero, sin duda, significarán una buena dosis de sacrificios. Conozco al ex ministro, y, aun recuerdo, el día que nos convocó a su despacho, con el ánimo de definir la política social del Estado venezolano, dentro de ella, la seguridad social. El encuentro no fue nada grato y no se avanzó un ápice en el motivo de la convocatoria. Los tiempos han cambiado y, hoy, muchos altos funcionarios gubernamentales de ayer vienen de regreso, condenando, inclusive, ejecutorias propias, lo cual no es censurable, al contrario, plausible. Consideramos prudente y conveniente volver sobre el tema de la construcción de un sistema moderno de seguridad social para todos los venezolanos.
El gobierno de Chávez lo tuvo todo en sus manos para lograr tal propósito y no fue capaz de lograrlo, faltó voluntad política y, posiblemente, muchas cosas más. A Chávez se le entregó una Carta Fundamental contentiva de un buen catálogo de derechos humanos, entre ellos, el derecho a la seguridad social, con cobertura universal, para todos los venezolanos habitantes del territorio nacional y para los extranjeros con residencia legal en dicho territorio. Al legislador ordinario se le ordenó desarrollar el mandato constitucional de re-crear y poner en marcha un Sistema de Seguridad Social (SSS), mediante una Ley Orgánica Especial, la cual fue sancionada por la Asamblea Nacional el 06-12-2002 y promulgada el 30-12-2002, bajo la denominación: Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social (LOSSS,2002). Han transcurrido 17 años de vigencia de la Constitución de 1999 (CRBV, 1999) y 14 años de vigencia de la LOSSS (LOSSS, 2002) y el tema de la seguridad social es materia pendiente en Venezuela. Para decirlo con un refrán popular, el gobierno de Chávez y sus continuadores, “mató el tigre y le tuvo miedo al cuero”. Chávez y su gente, optó por el camino fácil del asistencialismo social, como una política social demagógica, populista, clientelar y electoral, posponiendo indefinidamente la creación y puesta en marcha, según los lapsos y términos establecidos en la Constitución y la Ley, el Sistema de Seguridad Social, con lo que se alcanzaría tres objetivos básicos: ordenar la política social del Estado, racionalizar el gasto público social y monitorear correctamente la aplicación del gasto buscando la proporcionalidad entre gasto y logros, resultados y objetivos alcanzados, es decir, la eficiencia del gasto.
La seguridad social en Venezuela, hoy, tiene los mismos caracteres que tenía en el año 1999 y, en algunas áreas ha empeorado significativamente, pues el caos y la anarquía institucional existente se han multiplicado por mil, con un populismo ramplón e irresponsable. Cada día, se atiza la llama que hará estallar la bomba de tiempo que el gobierno ha venido montando.
Tenemos conocimiento que la Asamblea Nacional ha comenzado a mirar con preocupación el tema de la seguridad social. Recientemente, organizó un Seminario con un título muy sugestivo: “Sistema de Seguridad Social: Hacia una sociedad solidaria y justa”. Ese, en nuestra opinión, es el camino. Los venezolanos debemos empeñarnos en darle a la nación y a sus habitantes un Sistema de Seguridad Social que sea seguro, confiable, justo, equitativo, solidario, no excluyente, sustentable, duradero y sólido financieramente.
A la luz de la realidad nacional actual es posible y conveniente iniciar un nuevo proceso que comprenda una revisión total del ordenamiento jurídico que regula la materia, así como de su institucionalidad y operatividad. No es verdad que el artículo 86 de la CRBV se está aplicando; tampoco, es verdad, que la LOSSS se haya desarrollado plenamente y sea efectiva. El gobierno, ha retomado, inexplicablemente, el texto del artículo 94 de la Constitución de 1961. La seguridad social en Venezuela la integran, sin coordinación ni coherencia alguna, el Seguro Social, un sinnúmero de regímenes jubilatorios y pensionales y una pesada y abigarrada red de servicios sociales, que deja sin atención alguna, indefensos socialmente, a millones de venezolanos, en particular los mayormente sometidos a privación económica y social.
El SSS, debe afincar sus raíces en un programa básico, universal, siguiendo los dictados del Informe de la OIT, conocido como: “Piso de Protección Social para una Globalización Equitativa e Inclusiva” (OIT, 2011). Sobre este piso o base de protección se debe y tiene que construir el edificio protector general de la seguridad social (Sistema General de Seguridad Social); pero, el piso debe garantizar a todos los habitantes, sin discriminaciones de ningún tipo, servicios de salud de calidad, con prestaciones oportunas y accesibles; seguridad de ingresos ante contingencias especiales (vejez, jubilación, discapacidad, desempleo, cargas familiares) y acceso a una red importante de servicios sociales.
Este volver a empezar, supone la revisión de la LOSSS y otras leyes derivadas de ésta o no, para buscar coherencia legislativa y hacer del a la seguridad social un derecho auténtico, capaz de ser exigido y demandado por la población. Este esfuerzo no admite mayor dilación. Nuestro espejo es el mundo entero. Venezuela envejece en situación de pobreza, la población muere de mengua por falta de servicios de salud y medicinas, el desempleo campea por sus fueros, el asistencialismo se agota porque las arcas están vacías y no hay como llenarlas. Se requiere una seguridad social para todos; pero, bajo la égida de la combinación de esfuerzos públicos, sociales y personales.
Comentarios
Publicar un comentario