Absalón Méndez Cegarra
La cúpula militar y civil que se apoderó, en
mala hora y de la peor manera del Poder Público en Venezuela y mal gobierna a la nación, ha llegado, por ignorancia, desconocimiento,
imposiciones externas de los imperios cubano y chino-soviético, instinto
criminal, mala fe, deseo de enriquecimiento rápido y fácil, malignidad, incompetencia resentimiento y odio por el género humano, a
la depravación total y absoluta del poder. Esta
cúpula putrefacta, sí, acaso, en
alguna ocasión lejana, tuvo
acercamiento al pensamiento político de
Simón Bolívar y Simón Rodríguez, de ese acercamiento no le quedó nada. Bolívar
y Rodríguez sublimaron el Poder
Político, como liberales, al fin. El
poder político es para servir a la gente, no, para servirse y envilecer a la
gente como lo viene haciendo este mal gobierno que se ha enseñoreado y
apoderado de dicho poder.
El gobierno de Chávez y Maduro es
rechazado y repudiado por la inmensa mayoría del país. Pueden concentrar en
Caracas al funcionariado público y a sus
familiares para dar la impresión que tienen pueblo, nada más falso, perdieron el pueblo que cautivaron con
engaños, tiempo atrás. Ahora, se vive la
realidad. La realidad de una siembra que lleva ya 18 años y, que, ahora,
comienza a dar sus frutos: ausencia de alimentos para saciar el hambre de los
venezolanos, de medicinas para curar las enfermedades, de educación de
calidad, trabajo y salarios dignos;
pero, tal cosa no le interesa al gobierno, el punto de honor es mantenerse en
el poder “como sea”. Y, para mantenerse en el poder, cualquier cosa sirve.
Nicolás Maduro y quienes le
acompañan en el ejercicio del gobierno han perdido el juicio, la cordura. Están acorralados por sus propios fantasmas
(el imperio, la burguesía, la derecha, la comunidad internacional), razón por
la que acuden a lo más bajo de la miseria humana: el insulto, la represión
acompañada del engaño y la mentira cínica.
Hablan de pueblo, de soberanía, de democracia; pero, impiden que el
pueblo marche y exprese su malestar. De
victoria y triunfo revolucionario; y, obstaculizan la realización de elecciones libres. De guerra económica; y tienen controlados todos los centros de importación,
producción y circulación de bienes y servicios. De trabajo creador; bonifican
el salario y precarizan el empleo. De guerra mediática; tienen el control de los medios de comunicación nacional e impiden las
transmisiones de canales de televisión extranjeros, para que nadie observe lo
que sucede en el país, sobre todo, la
ola de violencia que ha propiciado el gobierno nacional con sus huestes que han
bautizado, en mal momento, con el glorioso
nombre de El Libertador, quién debe retorcerse en lo que quede de su
tumba, cada vez que la policía
bolivariana y la guardia nacional bolivariana, en su nombre, asesinan a un
venezolano y arremeten con furia contra el pueblo desarmado e indefenso.
Profanan la fe y creencias religiosas del pueblo, asesinan a ciudadanos
inocentes, propician actos de barbarie, saqueos, quema de
edificaciones, vehículos, etc, y, alegremente, responsabilizan a una
tal derecha que sólo existe en su mente retorcida y enferma.
Las palabras del Ministro de la Defensa y del Presidente
de la República pronunciadas días antes del
miércoles 19 de abril, hay que leerlas bien. Se trata de una declaración
de guerra. El desquiciamiento que tienen
los ha llevado a proferir amenazas que no caben en la mente de una persona sana
y en la de un gobernante que llama al diálogo y proclama la paz. Armar a las
milicias y llevarlas hasta constituir un contingente de 500.000 milicianos, es
armar a civiles para que asesinen a civiles, armar una parte del pueblo para que masacre a la otra parte
desarmada. Las milicias,
constitucionalmente hablando, no son un componente de las FAN, por lo que el
gobierno, abierta y descaradamente, viola la norma constitucional. Las armas en manos de civiles, posiblemente, son
portadoras de un “mensaje a terceros”. Esas armas pueden llegar a los antros de delincuentes, o, volverse en
contra de unas FAN profesionales e institucionales. ¿Para quién es la amenaza
presidencial y de su “subalterno” o, de su superior jerárquico, según se le
mire? Puede ser para las FAN, a todo evento, inferiores en número y en
criminalidad. El Presidente de la República, con el miedo dibujado en la cara y
tartamudeando, el martes 18, creó la “Operación Zamora” en su fase verde.
¿Quiénes visten de verde oliva en Venezuela? Los militares. Esta “operación”-amenaza puede estar dirigida
a varios destinatarios.
Comentarios
Publicar un comentario