MEZCLA EXPLOSIVA DE PENSIONES Y BONOS
Absalón Méndez Cegarra
En anteriores artículos,
publicados en La Razón, hemos escrito sobre el tema pensional en Venezuela, la
precarización salarial, su bonificación y la tendencia, cada vez más
creciente, de crear una clientela electoral, un parasitismo social mediante el
otorgamiento de ayudas dinerarias, llamadas bonos y pensiones.
El contenido del artículo está
dirigido, menos a la crítica, y, más a la orientación
y, en mayor medida, a sugerir al
gobierno nacional que enmiende la política asistencialista que adelanta,
irracional e innecesaria desde todo
punto de vista, y procure hacer populismo, demagogia y campaña electoral con
otras cosas; pero, no, con un asunto tan delicado como el de asumir compromisos
monetarios (deudas ) a largo plazo cuando no se está en condiciones para ello,
tal es el caso del ofrecimiento a diestra y siniestra de pensiones no
contributivas directas y bonos en efectivo por cualquier circunstancia de la
vida de las personas. Esta política asistencialista, sostenida con renta
petrolera, minera o impuestos puede llevar al colapso al propio gobierno y,
peor aún, dar origen a una conflictividad social que puede terminar en una
explosión de consecuencias impredecibles en el momento que el Estado no se
encuentre en condiciones de honrar dichos compromisos sociales.
Al gobierno le resulta muy fácil convertir dólares que
recibe diariamente a granel por la venta de petróleo al cambio oficial y
canjearlos en el mercado paralelo por montañas de bolívares sin valor alguno;
pero, suficientes y necesarias para mantener una clientela electoral que le
sirve de base legitimadora. Al gobierno, poco le importa que el precio del
barril haya disminuido y la producción de petróleo también, de todas maneras, llega, diariamente, un torrente de dólares que permite mantener el festín.
En el último mes del año pasado y
en lo que ha transcurrido del presente,
luego del engaño y la cómica con los
perniles y bolsas navideñas, ha aprobado cinco nuevos bonos con fuerte olor
electoral: Niño Jesús; Reyes; Mujeres Embarazadas; Personas Discapacitadas y
Carnaval. Sí, las elecciones presidenciales se corren un poco de la fecha
anunciada, Maduro, se verá forzado a seguir aprobando bonos, pues, le falta
Semana Santa; Aniversario de la Muerte
de Chávez; el Día de la Mujer; el Día
del Trabajador; el Día de la Madre; el Día del Padre; el Día del Niño;
Vacaciones Escolares; Cumpleaños de Chávez y de Fidel Castro, Retorno a Clases,
Bono Escolar, por citar algunas oportunidades interesantes de ser bonificadas.
Con esta política, el Presidente desestimula el trabajo, pues, sin trabajar las
personas obtienen más dinero que
trabajando. El salario mínimo es de Bs.177.507, 40 y el monto del bono de menor
cuantía es de Bs.500.000, 00. Con esta política asistencialista, el Presidente
obrero aspira continuar en el poder y convertir a Venezuela en una potencia: la
potencia de la ruina y la miseria.
Ahora bien, el
Presidente-Candidato a la reelección, suerte de premio a la mediocridad e
incompetencia, cuyo logro más significativo es la destrucción del país y el éxodo masivo de cerca de cuatro millones
de compatriotas, según lo revelan algunos estudios, insiste en utilizar lo que la Ley de Servicios Sociales (2005) denomina “ayudas económicas” para seguir
engañando a las personas, bajo el
otorgamiento de pensiones no contributivas directas, que no son tales,
concedidas por el IVSS, mezclando, indebidamente, las pensiones regulares,
pre-pagadas, que requieren afiliación y cotización al IVSS, con una ficción de
pensiones que no requieren nada, vía por la cual, según cifras oficiales, el
número de pensiones otorgadas se eleva a
la cifra de 3.600.000, igualando, casi, a la población asegurada y, lo que es
más grave, bien por lo falso o por lo real, a la población mayor de 55 años (hembras) y de 60 años (hombres), de acuerdo
a la proyección de población del INE, por edad simple y sexo, período
2000-2020, lo cual significa que toda mujer mayor de 55 años en Venezuela y
todo hombre mayor de 60 años, está pensionado por vejez, situación a todo
evento incierta. Aquí, las cifras no mienten. Para el año 2020, el INE
proyecta, un número de mujeres mayor de 55 años, de 2.323.839; y, de hombres, 2.117.086, en
total: 4.440.925. En el año, 2018, ya tenemos, 3.600.000 pensionados por vejez,
lo cual desde el punto de vista social
puede ser plausible y deseable; pero, económica y financieramente insostenible.
El gobierno, irresponsablemente, elabora una mezcla explosiva de bonos y
pensiones, que bien puede estallarle en la cara.
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