MENTES CRIMINALES
Absalón Méndez Cegarra
El título de este artículo es
tomado de una serie de televisión que se transmite en cierto canal de
televisión de los Estados Unidos de Norteamérica. El título viene al caso para
tratar de entender el instinto criminal que parece apoderarse de los venezolanos
y, muy especialmente, del gobierno nacional, la cúpula del PSUV, los miembros
de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, lo más lamentable,
en grupos sometidos a miles de
privaciones económicas y afectivas que, por tal situación, son presa fácil para el engaño, la
manipulación, bajo la promesa de poder y riqueza fácil, lo que los conduce
directamente al delito, tal es el caso de los mal llamados “colectivos” o grupos
paramilitares, organizados, pagados y utilizados por el gobierno y cuerpos
policiales y militares para hacer los trabajos sucios bajo un manto de total
impunidad, rostros cubiertos de por medio para no ser identificados.
Hay un viejo refrán, muy gráfico,
por lo demás, “cría cuervos y te sacarán
los ojos”, que resulta aplicable a lo que recientemente ha sucedido en
Venezuela, la ya conocida como “masacre de El Junquito”; pero, también, a las
otras masacres que llevan sobre sus espaldas el chavismo madurismo: 1989, 1992,
2002, 2014, 2017, para citar los momentos más emblemáticos, dejando a un
lado las redadas que acostumbran los cuerpos policiales y grupos de exterminio
en las barriadas populares y en las cárceles del país.
El gobierno nacional, ni siquiera
haciendo uso del cinismo que le caracteriza y de la mentira permanente, puede
engañar a la comunidad nacional e internacional tratando de opacar sus acciones
criminales y la violación de los derechos humanos. El discurso desgastado, por lo reiterativo,
de las tales “guarimbas” y de la quema de seres humanos, ya carecen de
importancia y significado, el gobierno se ha encargado de cometer un crimen
mucho más atroz que minimiza cualquier acción criminal pasada. Un verdadero
capítulo, reciente, por lo demás, con millones de testigos, inclusive
presenciales, para que se ocupe de ello la “comisión de la verdad” creada por
la inconstitucional, ilegal e ilegítima ANC.
Pero, a este capítulo criminal
del gobierno nacional se suma un hecho muy importante. Aquí, hay actores
materiales e intelectuales visibles, plenamente identificados, inclusive, por
ellos mismos. Los autores materiales lo constituyen la jauría de militares,
policías y paramilitares que llevó el gobierno hasta el escondite del grupo
comandado por un funcionario policial que estuvo al servicio del gobierno por
más de 16 años. Y, los autores intelectuales, sin que nadie se lo estuviese
exigiendo, se identificaron plenamente: el Presidente de la República; el otro
Presidente de la República; Diosdado Cabello; el inefable Freddy Bernal, otrora
al servicio de la IV República para cuestiones nada santas; y, el Ministro de
la Defensa.
Buen material, preñado de indicios, para que el Ministerio Público y la
Defensoría del Pueblo se luzcan, recuperen credibilidad y procedan al
enjuiciamiento de ley, de lo contrario, serán cómplices de delitos de lesa
humanidad enjuiciables en cualquier tiempo y lugar.
Hay algo más, el gobierno y el
PSUV, para tratar de lavarse la cara y llevar consigo al fango a unos y a
otros, no embarrarse solo, señala que la
ubicación del escondite de Oscar Pérez se produjo por una delación de la Mesa
de la Unidad Democrática, o, por uno de sus miembros, en las reuniones
de diálogo que se celebran en República Dominicana. Es posible que tal cosa haya sucedido. La
duda vale. Corresponde a la MUD averiguar tal especie. Pero, si esa fue la
situación, los cuerpos de inteligencia del Estado han quedado muy mal parados.
Son organismos inútiles. Ante este hecho, alarmante, por lo demás, es insólito
que gobierno y oposición insistan en seguir reunidos extraterritorialmente y a
espaldas de la nación negociando unos
acuerdos que no son vitales, como los que anunció Jorge Rodríguez, a raíz de la
fallida reunión del 18F. El tema electoral, elecciones presidenciales, no es lo
más importante para salir de la crisis nacional. Ya lo advirtió el jefe del
CNE, las elecciones presidenciales las tiene perdidas la oposición, no tiene
nada que buscar en ese proceso. Las cartas están echadas de antemano. A la MUD
o al sector que ella representa le falta mucho de hidalguía, seriedad y
pundonor. Mejor, anuncien, la retirada, les va mejor.
Aquí y ahora se impone la
presencia de otro actor u otros actores más libres de equipaje. Prestemos
atención al mensaje de la Iglesia Católica y sus obispos.
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