LA COMPARSA DE MADURO
Absalón Méndez Cegarra
Por mandato de la ANC, el
CNE, ha convocado a elecciones presidenciales, en un primer momento, para el
22-4-18, luego, para el 20-5-18; pero,
ahora, en acatamiento a la orden impartida por Cabello y Maduro, en ese
orden, no se trata de realizar una
elección presidencial, sino una mega
elección que comprende Consejos Legislativos
y Concejos Municipales, con la
seguridad que todo quedará en casa.
El gobierno y, el coro
opositor que le sirve de ayuda, ha hecho
de la CRBV y de los procesos electorales establecidos en ella, expresión de la
soberanía popular, un carnaval electoral con su reina, carroza, comparsa y, por
supuesto, no podía faltar, su Rey Momo.
La reina, sin duda alguna, la nefasta ANC, con su CNE a cuestas;
la carroza, el PSUV y su sucursal “Somos Venezuela”; la comparsa, los
candidatos inscritos, comprados, que acompañarán al Rey Momo, es decir, al
Presidente-Candidato, en la búsqueda del premio mayor: la reelección
presidencial, suerte de premio a su brillante gestión de gobierno: la
destrucción de la vida nacional, su economía, su gente, la expulsión de los
venezolanos, el robo de los dineros públicos, la miseria, el hambre, la
enfermedad, la entrega del país a potencias imperiales extranjeras, el
endeudamiento público sin causa, la violación de la Constitución y la
aniquilación del Estado de Derecho. Males todos, que, con seguridad, serán
opacados en su campaña electoral.
El proceso re-eleccionario
es el oxígeno que requiere el gobierno para permanecer en el usufructo del
poder. El asunto ha sido muy bien estudiado por los laboratorios políticos
instalados fuera de las fronteras nacionales. El gobierno, luego de los
triunfos ciertos o inventados de la ANC, Gobernadores de Estados y Alcaldes
Municipales, se considera con la fuerza
y apoyo necesario para emprender una nueva y definitiva carrera electoral: la
presidencial. Y, en esta carrera, participa en rol estelar, nada más y nada
menos, que el presidente de la República, quien apura y adelanta los comicios,
seguro de su triunfo, porque la errática gestión pública y la enorme crisis
nacional, será tapada, encubierta, con la compra de votos en los sectores
pudientes y no pudientes de la vida nacional, a través del reparto de dádivas y
el mecanismo de control denominado “carnet de la patria”, en el cual se han alistado 16 millones de
venezolanos, por lo que no debe sorprende a nadie que el CNE el domingo
20M, anuncie al país que: Nicolás Maduro
ha sido reelecto por más de diez millones de votos, con lo cual sigue al pie de
la letra las enseñanzas para permanecer en el poder dadas por sus maestros
Fidel y Raúl Castro, Putin, Evo Morales y Rafael Correa, entre otros.
La fugaz MUD, cumplió un papel
muy importante en esta jugarreta electoral del gobierno. Acudió a una mesa de
negociaciones, negoció, pero, aparentemente, no firmó el acuerdo alcanzado, lo
que poco importó al gobierno. Él, es dueño y señor
de su verdad. El objetivo gubernamental fue
logrado y bien aprovechado. La MUD,
quedó fuera del juego. Inhabilitada, así, como sus principales dirigentes. La
AN, anulada totalmente por acción o inacción. Y, en la calle,
un pueblo muriéndose de hambre y mengua en las puertas de los hospitales,
en espera de un mendrugo de pan, caramelos lanzados desde la carroza
presidencial, motivo suficiente para reír y bailar en el mejor carnaval electoral, pues, así, los
votos están asegurados, controlados por el hambre y la necesidad.
Al Rey Momo, no le convenía asistir sólo, sin su comparsa,
al desfile del carnaval electoral, razón por la que rápidamente nombró a su banda:
“Movimiento Somos Venezuela”, ante la posible disminución del caudal electoral
del PSUV y para darle más colorido al desfile. Igualmente, buscó a sus
correligionarios de ayer y de hoy, para que simularan ser contendores, con lo
cual su elección se mostrará al mundo como una elección limpia, trasparente,
organizada por el mejor y más seguro sistema electoral del planeta. El
presidente-candidato ganará las elecciones, cabalgará por más de cinco meses
entre presidente en ejercicio y presidente electo, continuidad
administrativa, dirá el TSJ.
Analistas muy importantes se preguntan: ¿Qué hacer? Pregunta que
hemos debido hacernos los venezolanos hace mucho tiempo. En estos
momentos, muy poco podemos hacer. Las
fuerzas que lucían como opositoras han perdido con la pasividad-complicidad
y el éxodo un importante caudal
electoral. No hay candidato único. Hay acompañantes.
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