VI
ENCUENTRO CIENTÍFICO DE TRABAJO SOCIAL
CARACAS, 28 Y 29 DE ENERO DE 2016
ABSALÓN MÉNDEZ CEGARRA
Caracas, 28 de enero de 2016
ORGANIZACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL PROFESIONAL EN
VENEZUELA
Absalón Méndez Cegarra
Universidad Central de Venezuela
A la memoria de
la profesora Mercedes Martínez López
Maestra y amiga
RESUMEN (abstract)
Algunos colegas trabajadores sociales venezolanos y extranjeros se sorprenderán,
posiblemente, con el título y contenido de esta ponencia, modalidad
ensayo, pues, pensarán, con fundada
razón, que estamos regresando al pasado del Trabajo Social, cuando su cuerpo
teórico y práctico fundamental se estructuraba alrededor de los denominados
Métodos del Trabajo Social, siendo uno de ellos, precisamente, el de
Organización y Desarrollo de la Comunidad. La práctica social muchas veces
tiene sus retornos y, lo pasado de moda, transcurrido un tiempo, vuelve a
imponerse, inclusive, como novedad. Algo de esto está ocurriendo en profesiones
como la de Trabajo Social. La metodología tradicional de Trabajo Social,
ferozmente atacada, estigmatizada y demonizada, en América Latina a partir de
los años finales de la década de los
años 60, cuando con fuerza inusitada,
hizo su entrada en el ámbito de la teoría y práctica, más en la primera
que en la segunda, como suele suceder con frecuencia, la crítica o
cuestionamiento al Trabajo Social. Curiosamente, lo que se llamó despectivamente Trabajo Social Tradicional,
vuelve a adquirir importancia y significación, sobre todo y particularmente, el
Método de Organización y Desarrollo de la Comunidad. Método que adquirió amplio desarrollo en Venezuela
con aportaciones de gran transcendencia
y realizaciones prácticas que en la actualidad constituyen referentes
importantes en el país. El mundo gira.
Hoy, en Venezuela, se nos presenta como novedad el desarrollo social
local y la participación protagónica de la población en los asuntos públicos.
La participación de la población es un derecho humano, positivizado en
Venezuela en la Carta Política
Fundamental de la República y en un
conjunto de leyes; pero, este
derecho de los seres humanos, en la
sociedad nacional, se ha tergiversado
por completo, adquiriendo matices y prácticas que en nada favorecen la
organización social para impulsar el desarrollo sustentable, el mejoramiento de
la calidad de vida y el bienestar social, propósitos esenciales de la
organización y el desarrollo social. Esta ponencia procura hacer un llamado a
los colegas trabajadores sociales sobre la importancia que tiene entender de
manera distinta, técnica y científicamente, el rol profesional, la intervención
del Trabajo Social en los procesos sociales de organización de la población.
Palacras clave: Organización, Trabajo Social,
Participación
SUMARIO:
Introducción. 1. Organización, Participación
y Desarrollo Social. 2.
Participación y Empoderamiento Social. 3.
Comunidad, Trabajo Social y Desarrollo Social. 4. Propuesta de un Programa de Postgrado en
Desarrollo Social Local. 5. Reflexión final. 6. Bibliografía.
INTRODUCCIÓN
La organización social es la
clave del desarrollo social. Organización social no es más que el proceso
mediante el cual las personas se
encuentran y orientan sus propósitos hacia objetivos compartidos. El
desarrollo, en su más amplia significación, referido a los pueblos, es el
aprovechamiento pleno de las potencialidades existentes tanto en el plano material como no material, para producir
los bienes y servicios que permitan la satisfacción de las necesidades de los
seres humanos, lo que se traduce en mejoramiento de la calidad de vida y, en
definitiva, en bienestar social, de ahí, que, la meta-objetivo del desarrollo, visto desde
la perspectiva del crecimiento económico
y progreso material, es el bienestar social.
El bienestar social es la resultante de la combinación armoniosa de progreso
material y del progreso social. El
bienestar social es un estadio o un estado situación, susceptible de ser
medido, en el que se encuentra un pueblo determinado, una
comunidad o grupo, y, en el que las
necesidades fundamentales de los seres humanos están satisfechas. Dos ejes
teóricos fundamentales resumen la concepción actual del desarrollo de los
pueblos: la concepción de un desarrollo sustentable y el respeto, garantía y
defensa de los derechos humanos. El
desarrollo sustentable es el piso que garantiza
la vida actual y futura; pero, no cualquier tipo de vida, sino una vida digna;
y, los derechos humanos, su garantía y exigibilidad, es lo que determina la realización humana en condiciones dignas.
Esta disertación procura llamar
la atención entre colegas trabajadores sociales sobre el papel que puede y debe
desplegar el Trabajo Social Profesional en la organización de la gente, de las
comunidades, en el entendido, que la organización es una precondición que permite a los pueblos ser escuchados por sus
dirigentes. Los pueblos que avanzan en
progreso material y social son aquellos
que disponen de un capital social (organización social), y, ese capital,
no es más que la organización de la gente, Este es el sentido, la
interpretación y el auspicio que debemos hacer y promover respecto a las disposiciones de la Carta Fundamental de la República
que invocan la participación protagónica del pueblo.
1.- ORGANIZACIÓN, PARTICIPACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL
1.1. Organización: “Salida y Voz”
Albert O. Hirschman, destacado economista, en su obra “Salida, Voz
y Libertad. Respuestas al deterioro de empresas, organizaciones y Estados”,
establece una teoría económica sumamente
interesante, que, si bien el propósito inicial es explicar el comportamiento de
los actores económicos, como el mismo autor lo afirma, es aplicable al
comportamiento político y social de otro tipo de actores y organizaciones. Al
respecto, señala el autor citado, lo siguiente:
“Nuestro argumento se inicia con empresas que producen bienes vendibles
a clientes; pero veremos que en gran medida- y en ocasiones de modo
principal-es aplicable a organismos (como las asociaciones voluntarias, las
uniones comerciales, o los partidos políticos) que proveen servicios a sus
miembros sin una contrapartida monetaria directa (…) El deterioro de la
actuación se refleja sobre todo y en general (…) en un deterioro absoluto o
comparativo de la calidad del producto o servicio proveído. La administración
descubre entonces sus fallas por dos rutas: 1. Algunos clientes dejan de
comprar los productos de la empresa o algunos miembros abandonan el organismo:
ésta es la opción de la salida (…)
2. Los clientes de la empresa o los miembros del organismo expresan su
insatisfacción directamente a la administración o a alguna otra autoridad a la
que la administración esté subordinada o mediante una protesta general dirigida
a quienquiera que desee escucharla: ésta es la opción de la voz” (Albert Hirschman, 1977,13-14)
Salida y voz, pueden entenderse
como dos vías de escape que tienen las personas para resolver los problemas que
interfieren su funcionamiento. Son comportamientos sociales que expresan un
desacuerdo con los procesos sociales. La organización de la población favorece el uso de estos dos recursos que
tienen las personas para expresar su malestar y sus desacuerdo. La salida es el
abandono de la organización y la opción por otra que la persona estime más a su
gusto. La salida puede ser evitada si se identifica pronto. Sí, tal cosa no
sucede, actúa la voz, es decir, el conflicto, las personas hacen que su voz la
escuche la organización y que ésta voz sea atendida. La organización, en
consecuencia, se manifiesta como un medio
para que la voz se escuche y, una voz organizada, tiene más efectos, que
una voz individual o desorganizada.
Un aspecto importante que
interesa resaltar es el relacionado con la voluntariedad de la organización. La
organización social es auto impuesta no, impuesta. En una sociedad determinada
debe tener cabida todo tipo de organización de la gente, no, exclusivamente, la
que trate de imponer una particular orientación política o ideológica. El
artículo 52 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
establece al respecto, lo siguiente:
“Toda persona tiene el derecho
de asociarse con fines lícitos, de conformidad con la ley. El Estado
estará obligado a facilitar el ejercicio de este derecho.”
El derecho de asociación, en
consecuencia, es libre. En una comunidad, las personas integrantes, pueden
formar diversos tipos de organizaciones y todas deben ser respetadas, oídas y
tomadas en cuenta. La ley no debe priorizar determinados tipos de organización
con respecto a otras y dar preeminencia y audiencia a unas menoscabando el
derecho de otras, tal actuación
constituye discriminación y exclusión, aspectos contrarios a la idea de la
comunidad organizada.
1.2. Participación
La voz está asociada a la
participación. Participar significa forma parte. Si las personas forman parte
de la organización, forman parte,
también, de los objetivos de la organización.
Pre-requisito de la participación
es la información. Las personas que integran una organización, una comunidad
organizada, por ejemplo, deben conocer los propósitos y objetivos de la
organización e identificarse con ellos, es decir, qué quieren las personas y,
si ese querer, resulta posible. Cuando la información falla se abren las
puertas para la salida, el abandono de la organización. La organización debe
tener un qué, un por qué, un cómo y un para qué con lo que se identifican sus
miembros para hacer posible la razón de ser de pertenecer a una organización.
Lo demás es simple voluntarismo. La participación es y debe ser racional,
pensada. A todo evento es necesario evitar la partidización de la organización
y de la participación social.
1.3. Desarrollo Social
El desarrollo social es un resultado, o, mejor, está determinado por
diversos factores. Albert Hirschman, nuevamente, acude a nuestra ayuda, y
plantea, que:
“La proposición básica de La
estrategia del desarrollo económico(1958) (FCE1961) fue que “el desarrollo
no depende tanto de saber encontrar las combinaciones óptimas de recursos y
factores de producción dados como de conseguir, para propósitos de desarrollo,
aquellos recursos y capacidades que se encuentran ocultos, diseminados, o mal
utilizados” (A-Hirschman,1977,20-21).
Esta y no otra es la definición
de desarrollo social que nos interesa porque ella cierra la trilogía:
organización, participación, desarrollo.
Una sociedad organizada, propicia y fomenta la participación verdadera
de sus miembros y la participación de los miembros hace que broten los recursos y capacidades que se
encuentran ocultos, diseminados o mal utilizados. Este despertar de las
potencialidades de la gente es lo que se ha dado en llamar en las nuevas
concepciones de las políticas públicas y privadas que favorecen la organización
de la gente, su participación, el cambio y la transformación social, como
capital social. El capital social es la fuerza que da la organización de las
poblaciones o comunidades.
2. PARTICIPACIÓN Y EMPODERAMIENTO SOCIAL
2.1. Participación y empoderamiento de la población en el goce y disfrute
de los derechos humanos.
Venezuela,
a raíz del Golpe de Estado de 1992 se ha visto sometida a una serie de cambios,
especialmente, en aspectos políticos, relacionados con el funcionamiento
del Estado y su manifestación concreta, el gobierno, así, como lo
referente al nuevo tipo de relacionamiento entre el Estado y la comunidad que se
ha tratado de imponer como expresión de un nuevo modelo político. La
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), sembró en el
sentir venezolano una idea maestra, meta-objetivo del desenvolvimiento
social, que ha sido cultivada con esmero por la población. Nos referimos a “la
participación protagónica” del pueblo, es decir, de la gente, de la población
total, en los asuntos del gobierno que le conciernen.
2.2. Antecedentes de la
participación popular como acción de gobierno
La
idea de la participación popular como acción de gobierno no es nueva en
Venezuela. En la XV Convención de Gobernadores, agosto 1972,
Adelita de Calvani, Secretaria de Promoción Popular, señaló lo siguiente: “El
pueblo es tan espontáneo, sincero y lógico en su análisis como lo es la
juventud. De esta comunicación formal e informal hemos extraído muchos de los
conceptos que presentamos a continuación. 1. No hay concepto claro de lo
social. 2. Nos falta la comprensión y el aprecio del hombre: tenemos un
concepto paternalista. Estamos aferrados a patrones tradicionales, sin querer
abrirnos al cambio social, imprescindible y lógico en la vida humana: en
nuestra conducta personal; en nuestra conducta familiar; en nuestra conducta
institucional; en nuestra conducta política. 3. Jugamos y dejamos que se juegue
con las mentes de las personas, de las comunidades y de la nación, a través de
los medios de comunicación social. El IV Plan de la Nación presenta-por primera
vez en un plan nacional-la idea de la política de participación”.
Adelita de Calvani, fue una
colega Trabajadora Social, que, entendió oportunamente la importancia de la
participación popular entendida como acción social comprometida, co-responsabilidad social se le
llamaría en la actualidad, para intervenir en los asuntos públicos.
2.3. Participación
popular y construcción de ciudadanía
Ahora bien, lo que sí resulta
novedoso en la actualidad, a no dudar, es la constitucionalización o, mejor,
positivización, de la participación popular como un derecho político y social
y deber del Estado su promoción y la creación de vías para que la
participación sea auténtica, real, efectiva, no ficticia. La participación
popular se enmarca en un proceso que bien podemos llamar de construcción de
ciudadanía, el cual comprende varias fases sucesivas, no diferenciables y
de ejecución simultánea. Primera: organización social. Segunda: información y
participación. Tercera: empoderamiento de los derechos ciudadanos. Es este
proceso técnico y político el que conduce al desarrollo social local; por consiguiente,
una política pública que promueva el desarrollo social local y endógeno, no
resulta de la improvisación, sino de la organización y capacitación de los
ciudadanos.
En Venezuela, la “participación
protagónica” del pueblo, más allá de su realización plena, ha calado en la
opinión pública y en la población en general. Hoy día, la población, entiéndase
niños, niñas, jóvenes, mujeres, trabajadores, ancianos, etc, se ha empoderado
de los derechos humanos reconocidos por el Derecho Interno, tiene plena
conciencia de los mismos, de sus violadores y busca, afanosamente, vías
expeditas para alcanzar su efectividad, entre ellas, como es natural, destaca
la organización social. Sin organización social, como hemos señalado, no hay participación, y, sin participación, no
hay ciudadanía. La organización social confiere a la gente voz, es decir,
participación, y, la voz, requiere ser oída, cuando hay audiencia, hay salida,
soluciones, hay ciudadanos que construyen civilidad, ciudadanía.
2.4. Bases constitucionales
y legales de la participación ciudadana
La
organización social y la participación popular ameritan de un modelo
político, económico, social y cultural, que la hagan posible y de un
Estado e Instituciones que las garanticen, promuevan y faciliten. En el
artículo 184 de la CRBV, encontramos tal orientación:
“La Ley
creará mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y los Municipios
descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales organizados
los servicios que éstos gestionen previa demostración de su capacidad para
prestarlos (…)”.
Pero, la Constitución de la República está cruzada longitudinalmente por
la idea madre de la participación. El énfasis en la Constitución sobre el tema
de la participación está colocado en la
participación como activismo político; pero, esta tendencia, no desestimable,
es necesario complementarla con la participación como gestión social. Así, tenemos, que, los artículos de la
Constitución, numerados 6 (gobierno participativo); 55 (prevención y seguridad
ciudadana); 62 (derecho a participar
libremente en los asuntos públicos); 67 (asociación con fines políticos); 70 (medios de participación y protagonismo
del pueblo), 118 (cooperativismo, economía social); 132 (participar
solidariamente); 168 (Poder Público Municipal); 182 (Consejo Local de
Planificación); 184 (descentralización y transferencia a las comunidades); 255
(selección y designación de los jueces); 294 (participación política,
electoral), deben ser concebidos e interpretados como los
instrumentos-herramientas legales que permiten a los seres humanos organizarse
para participar como gestores en los asuntos públicos, no sólo como
espectadores pasivos o instancias ficticias de control social. Este marco
constitucional se ha ido desarrollando legislativamente en forma progresiva,
pero, distorsionada, inconstitucional, en algunos casos. Así tenemos las leyes siguientes, entre otras: Ley Orgánica del
Poder Público Municipal; Ley del Poder Popular; Ley de los Consejos Locales de
Planificación Pública; Ley Orgánica de las Comunas. Igualmente, se observa gran
avance en el fomento del
potencial organizativo de la gente; pero, se falla en la formación de
capacidades técnicas, lo que hace dudar de la efectividad de un proceso
orientado al fortalecimiento de la participación de la gente en su propio
desarrollo como personas y como comunidad, es decir, en el desarrollo social
local.
III. COMUNIDAD, TRABAJO SOCIAL Y DESARROLLO SOCIAL
3.1. Comunidad. ¿Qué es una comunidad?
Diversa nociones y conceptos se
han dado de comunidad. En sentido general, comunidad refiere a lo que es común;
pero, cuando nos referimos a la convivencia de personas surgen otros elementos
definitorios, como por ejemplo,
territorio, economía, psicología, carácter, costumbres, tradiciones,
entre otros.
La Ley de los Consejos Comunales,
en su artículo 4, establece una definición de comunidad, a nuestro juicio
acertada, válido para el Trabajo Social.
“Comunidad: es el conglomerado social de
familias, ciudadanos y ciudadanas que habitan en un área geográfica
determinada, que comparten una historia e intereses comunes, se conocen y
relacionan entre sí, usan los mismos servicios públicos y comparten necesidades
y potencialidades similares: económicos, sociales, urbanísticas y de otra
índole.”
Sintetizando la definición legal,
diríamos, que comunidad, es la vida de
relaciones sociales cooperativas en un territorio o espacio común de
convivencia.
Para Ricardo Pozas Arciniega, el
concepto de comunidad está asociado al de integración, al efecto señala lo
siguiente:
“Sin duda, el concepto más generalizado que se utiliza en los
estudios sobre la comunidad para promover su desarrollo, es el que se relaciona
con la integración. De acuerdo con este concepto se piensa que ningún elemento,
estructura o parte de la comunidad puede explicarse o cambiarse sino en función
de sus relaciones con el todo” (R.Pozas, 1964,31).
Sin duda alguna, la integración
de las personas respecto a la obtención de un objetivo es la base de la
comunidad y la integración de los componentes comunitarios es lo que hace a la comunidad. La comunidad, para
decirlo, en otros términos, es un sistema social y como tal se integra por
componentes de diversa entidad y naturaleza.
3.2. El desarrollo de la comunidad
La comunidad, es, en efecto, la
vida de relaciones de las personas en un
espacio determinado. Pero, estas relaciones pueden ser de distintos tipos.
Cuando hablamos de organización de la comunidad nos referimos a la necesidad de
direccionar la vida de relaciones hacia la construcción de comunidad, es decir,
el reconocimiento e identificación con lo que es común.
R.
Pozas Arciniega, señala, que:
“Hay dos maneras de entender
el desarrollo de la comunidad: una natural o espontánea y otra planificada o
conciente.
La primera está referida a un proceso social
evolutivo, lento, puesto que se atiene a los recursos naturales, humanos y
técnicos, pero tradicionales y modificados por las influencias externas.
La segunda, permite acelerar
voluntariamente este proceso en forma conciente y planeada, mediante un mayor y
mejor aprovechamiento de los recursos naturales, técnicos y humanos que se
desprende del análisis de tales recursos” (Pozas Arciniega, 1964,43)
Importante
criterio distintivo del autor citado. Una comunidad puede ser vista sólo como
asentamiento de población en un espacio determinado; pero, comunidad, en
sentido estricto, es un proceso racional, planificado, si se quiere, la
construcción de un modo de vida. Este criterio de comunidad es el que interesa
al Trabajo Social. Y, a él nos referiremos en adelante.
3.3. Trabajo Social
Comunitario: Auge y Caída en Venezuela.
Hablar
de los Métodos del Trabajo Social debe ser sorpresivo para las nuevas
generaciones de profesionales del Trabajo Social. Los Métodos de Trabajo Social
fueron demonizados, sin razón, en América Latina y el Caribe, a partir de la década de los años 70. Mal
interpretamos la noción de cambio y transformación y atribuimos a los métodos y
técnicas de la formación y práctica profesional, la actuación personal de cada
uno de nosotros como individuos,
ciudadanos y como profesionales.
El
mayo francés de 1968 constituyó la “chispa que encendió la pradera”en
el campo de las ciencias sociales. La institución universitaria experimento los
efectos de un movimiento que se conoció como “renovación académica”. En
el campo del Trabajo Social, la disconformidad con el pasado histórico de la
profesión, alcanzó ribetes de un movimiento iconoclasta. Nada de lo anterior
servía para algo. El quehacer profesional había sido inútil. Esta predica,
fundamentalmente teórica, dio lugar al cuestionamiento de los métodos
tradicionales del Trabajo Social. Los movimientos de re conceptualización del
Trabajo Social, esquemas conceptuales re-conceptualizadores (ECRO) en sus diversas formas, dieron cuenta
del inconformismo, el cual llegó a los centros de formación profesional; pero,
no, al ejercicio de la profesión.
3.3.1. Antecedentes del
Trabajo Social Comunitario en Venezuela
El
Trabajo Social en Venezuela, desde su origen, estuvo marcado por la influencia
del Trabajo Social anglosajón, en el que los métodos de Trabajo Social
Individual, de Grupo y de Comunidad habían alcanzado un amplio desarrollo teórico,
técnico y práctico.
El
Trabajo Social Comunitario llega a Venezuela de la mano de la planificación
urbana. Sus raíces es necesario buscarlas, entre otras iniciativas, en el Banco
Obrero (1928) y sus programas de construcción de viviendas, del tipo de la “reurbanización
de El Silencio” y la construcción de lo que hoy se conoce como
urbanización “23 de Enero”. Pionera en materia de desarrollo
comunal fue la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad (FUNDACOMUN). Otras
iniciativas, públicas y privadas, ligadas con el hábitat, tal es el caso del
Programa de Viviendas Populares de la Fundación Mendoza; Viviendas Rurales, del
Ministerios de Sanidad y Asistencia Social; la formación de los Club 5V del
Ministerio de Agricultura y Cría; la
acción social de la Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela;
el Movimiento para el Desarrollo de la Comunidad, liderizado por el dirigente
político y comunal Rubén Charlita Muñoz, impulsaron el Método de Organización y
Desarrollo Comunal.
Sólo
a título de referencia histórica conviene citar la participación del Trabajo
Social en esa gran obra arquitectónica, de ingeniería y de mejoramiento de la
calidad de vida de las personas, fruto del ingenio del Doctor Carlos Raúl
Villanueva, que fue la “reurbanización
de El Silencio”.
El
nombre de dos colegas trabajadoras sociales, de grata recordación, han quedado
impreso en esa obra que modernizó a Caracas y a Venezuela: Ana Esther Gouverneur, alumna fundadora de la Escuela de
Servicio Social (1939) y Blanca Saldivia, integrante de la Junta Revisora y
Adjudicadora de los Apartamentos de “El Silencio.” Para tener idea de su gran labor social, basta citar algunos artículos del Reglamento que regulaba
la adjudicación de viviendas en alquiler en la nueva urbanización caraqueña,
denominado “Condiciones fijadas por el Banco Obrero a los
Arrendatarios de los Apartamentos de “El Silencio”.
Artículo 5. “El inquilino recibe el
apartamento en perfecto estado y se obliga a devolverlo en las mismas
condiciones”
Artículo 8 “No se podrán usar artefactos
eléctricos que consuman más de un kilovatio por hora”
Artículo11. “El uso de radios, fonógrafos
y otros aparatos sonoros o ruidosos, sólo será permitido entre las 8 am y las
11pm”
12. “No se permite tener animales
en los apartamentos”
15. “En los balcones y antepechos
no podrán colocarse matas en forma alguna”
19. “Cuando el inquilino
necesitare clavar en las paredes del apartamento lo notificará al
superintendente, única persona autorizada para hacerlo”
20. “Al guindar ropa debe hacerse
en la forma menos visible”
21. “Los apartamentos deben
mantenerse en perfecto estado de limpieza e higiene, y queda terminantemente
prohibido lanzar basura a las calles, patios y pasillos”(Ricardo De Sola,1988,142)
Estas
reglas no eran simples mecanismos de control. Formaban parte de un proceso de
formación cívica, ciudadana, que recibían los inquilinos de los apartamentos
como garantía de una convivencia social armoniosa y de un saber vivir en
comunidad. No es lo mismo vivir relativamente aislado en una vivienda rural, en
el conuco tradicional venezolano, que vivir en un edificio de propiedad
horizontal en el que hay áreas privadas, pero, también, áreas comunes,
necesarias de compartir, cuidar y mantener colectivamente. Estas tareas de
enseñar a las personas a vivir en comunidad correspondieron, en su momento, al
Trabajo Social. Con éxito indiscutible se observó su desarrollo en la
construcción de urbanizaciones, tanto para las clases de menores recursos económicos, obreros,
campesinos, como para capas medias de la población, tal es el caso
de la urbanización , re-bautizada con el nombre de “El 23 de Enero”; Pro-Patria; Urbanización Simón Bolívar, Catia; El
Cuartel; El Hipódromo; Veredas de Coche;
Jardines de El Valle; Caricuao; Las Torres de Petare; Las Vegas de
Petare; La california Norte; El Cafetal ; para citar sólo algunas, ubicadas en la Ciudad Capital. De ese
importante Trabajo Social Profesional no queda ni el recuerdo como puede
apreciarse en el descuido y abandono en el que se encuentra la mayoría de las
urbanizaciones citadas.
3.3.2. Trabajo Social
Profesional y “trabajo social”
El
Trabajo Social Comunitario continúo su avance hasta la década de los años 70,
aproximadamente, cuando empieza su
declinación en virtud del abandono al que es sometido el marco institucional
del bienestar social en nuestro país.
En
la actualidad, muy a tenor de la distinción que hace el autor Pozas Arciniega,
es necesario separar y diferenciar entre Trabajo Social Profesional y “trabajo
social”. El primero, es la
formación y ejercicio de un profesional, altamente calificado para actuar en
diversos campos de lo social, particularmente, en el desarrollo de la
comunidad, como “líder técnico”.El segundo, es cualquier cosa,
cualquier acción social hecha por una persona, por lo general, político
profesional o dirigente comunal, que se autodenomina “trabajador social”,
porque a su accionar, lo denomina “trabajo social”
3.4. El Método de
Trabajo Social de Comunidad: vuelta al pasado.
El
viejo y cuestionado método de organización
y desarrollo de la comunidad adquiere, en nuestra opinión y en nuestros días,
mayor importancia. Sí algún método en Trabajo Social puede ser calificado de
integrador, holístico, etc, ese es el tradicional método de Trabajo Social Comunitario.
Por eso hablamos de una vuelta al pasado. Algo que, como hemos dicho, sorprenderá a las nuevas generaciones de
colegas trabajadores sociales. . Este método, de indudable concepción
inter, multi y transdisciplinaria, está orientado a la canalización
acertada del potencial organizativo de la gente; pero, la gente, las personas,
deben saber para qué se agrupan, para qué se organizan, puede ser para el
crecimiento personal o para la acción social, comunitaria, de ser, así, deben
recibir la preparación técnica necesaria que permita canalizar las necesidades
del grupo, de la comunidad, a través de la formulación y evaluación técnica de
proyectos sociales, es decir, la capacitación técnica, por cuanto la
autogestión no puede responder sólo al voluntarismo, sino que éste debe estar
acompañado de la formación en investigación social para la detección de
verdaderas necesidades, el desarrollo de líderes positivos, la correcta
apreciación de las situaciones de liderazgo, la planificación social, la
gerencia social, la administración de recursos, la contraloría social, entre
otros saberes necesarios para la adecuada y eficiente gestión social. Estos
saberes los posibilita el Trabajo Social para el mejor entendimiento del
desarrollo social local. En manos de estos profesionales, por ejemplo, deberían estar las Direcciones de Desarrollo
Social que, por mandato de la Ley, deben existir en las Alcaldías y
Concejos Municipales. Y, también, por mandato de la Ley de Ejercicio
Profesional del Trabajo Social, vigente; pero sin efectividad alguna, así lo
establece. El Trabajo Social Profesional, es un organizador social, y, mediante la
organización se construye ciudadanía,
que, es tanto, como decir, crear valores
y empoderar a las personas de sus deberes y derechos. Hacemos hincapié en el
Trabajo Social Profesional porque de un tiempo a esta parte, como resulta fácil
apreciar, y, lo hemos afirmado supra, cualquier persona que ejecuta alguna acción
social se auto denomina o se hace llamar trabajador social. El Trabajo Social
Profesional es otra cosa completamente distinta. Es un organizador social para
promover que la gente pueda ser oída, pueda ser escuchada su voz, participar
efectivamente, cambiar en lo personal para cambiar el entorno.
4. PROPUESTA DE UN PROGRAMA DE
POSTGRADO EN DESARROLLO SOCIAL LOCAL
A continuación presentamos la
propuesta de un Programa de Especialización Técnica en Desarrollo Social Local.
Alguien se preguntará: ¿Por qué especialización
técnica? La respuesta es sencilla. Esta propuesta busca constituir una oferta
de Postgrado para todos los niveles de formación profesional que existen en
Venezuela. A continuación algunos elementos puntuales de la propuesta
1.-
Identificación y grado a otorgar:
Programa de Especialización Técnica en
Desarrollo Social Local. Técnico Superior Especialista en Desarrollo
Social Local.
2. - Objetivos Generales y Específicos:
Objetivo General: El Programa de
Especialización Técnica en Desarrollo Social
Local tiene como objetivo suministrar conocimientos, habilidades y
destrezas en el campo del desarrollo social local, con especial énfasis en los
aspectos prácticos y operativos de las modernas técnicas gerenciales de
aplicación en lo social, particularmente, en lo atinente al desarrollo social local.
Objetivos Específicos:
a)
Suministrar conocimientos prácticos para el abordaje de los problemas
sociales locales y el desarrollo de procedimientos y técnicas de intervención
social con fines diagnósticos y de planificación de cursos de acción social.
b)
Desarrollar conocimientos y habilidades para la promoción de los procesos de
liderazgo, organización y desarrollo social local.
c)
Suministrar información sobre el marco legislativo nacional que regula
los procesos de desarrollo social local.
d)
Capacitar en todo lo relacionado con la formulación y evaluación de
proyectos sociales.
3.
Justificación
En Venezuela, en la década de los año 80,
durante el primer período de gobierno
del Dr. Rafael Caldera Rodríguez, con la
Dra. Ruth de Almea, al frente del
Ministerio de Educación, se produjo, posiblemente, la reforma más importante y
significativa de los últimos tiempos en el Sistema Educativo Nacional. Con inspiración evidente en el Sistema Educativo
Francés, en Venezuela, se procede a eliminar las Escuelas Técnicas Industriales
; y, en su lugar, surge un modelo educativo con dos componentes importantes: En
Educación Media (Bachillerato) se crea el Ciclo Diversificado, especie de
salida profesional intermedia que,
estimada como salida terminal, permite el desempeño en varias especialidades u oficios. En Educación
Superior, se crea dos niveles o modalidades de estudio, con salidas claramente
terminales y profesionales: Técnicos Superiores y Profesionales Universitarios.
Los estudios conducentes a título de Técnico Superior se cursan en los Colegios
e Institutos Universitarios, hoy universidades territoriales, y los conducentes a licenciaturas universitarias en las
diferentes carreras existentes en las Universidades Nacionales, autónomas y
experimentales, públicas y privadas.
El Sistema Educativo
Nacional, así, concebido, no logró integrarse, por lo que todas las
salidas se volvieron, en la práctica,
profesionalizantes, o, en su defecto,
escalones o niveles de un Sistema
Educativo sin integración y vasos comunicantes, con autonomía de
funcionamiento.
De los Institutos y
Colegios Universitarios, en sus más de treinta años de existencia, han egresado
miles de Técnicos Superiores Universitarios (TSU). A estos profesionales se les
ha dificultado tanto la inserción en el mercado laboral como su prosecución
educativa en las carreras universitarias; igualmente, las oportunidades de
estudios de postgrado les han sido, en la práctica, negadas, a pesar que
Universidades como la Central de Venezuela, mediante Reglamento Especial,
reguló la posibilidad de ingreso de los TSU a sus Programas de Postgrado (Especialización)
La Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales fue pionera en abrir las puertas de sus Programas de
Postgrado a los TSU. Mediante un convenio de cooperación con el Instituto
Tecnológico de La Victoria, Estado Aragua, siendo su Director el Dr. Federico
Brito Figueroa, hoy, epónimo de dicho Instituto, se creó una sede asociada para
desarrollar los Programas de Especialización del Área de Postgrado en Ciencias
Administrativas.
La Universidad Central de
Venezuela, en la actualidad, en conocimiento de la importancia que tiene para
el país el número elevado de TSU que se desempeña en el mercado laboral, ha
incorporado en el Reglamento de Estudios de Postgrado ( C.U.06-04-2011) un
nuevo tipo de Programa de Postgrado,
conducente a la obtención de grado académico, denominado Programa de
Especialización Técnica.
El artículo 6 del
Reglamento de Estudios de Postgrado de la Universidad Central de Venezuela,
define el Programa de la manera siguiente: “Los estudios de Especialización
Técnica, dirigido a egresados con grado de Técnico Superior Universitario,
están destinados a suministrar conocimientos, desarrollar habilidades y
destrezas en una o más disciplinas. Consistirán en un conjunto de asignaturas y
actividades prácticas orientadas a alcanzar esos fines. Estos estudios conducen
al grado académico de Técnico Superior Especialista en el área de conocimiento
respectivo”.
El Área de Postgrado en Seguridad Social, adscrita a
la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, al considerar que existe una
necesidad y una demanda potencial de Estudios de Postgrado para los TSU,
egresados de carreras como Trabajo Social, Recursos Humanos y Administración de
Personal, entre otras, ha considerado conveniente, dentro de la integración de
Programas que ha logrado esta Área: Cursos de Ampliación; Programas de
Especialización en cuatro menciones: Gerencia Social, Planificación de la
Seguridad Social, Bienestar Estudiantil y Bienestar Laboral; Maestría en
Seguridad Social; y, Doctorado en Seguridad Social, incorporar un Programa de
Postgrado de Especialización Técnica en Desarrollo Social Local, con particular
énfasis en la gerencia del desarrollo social local.
El desarrollo social
local ha adquirido gran importancia en Venezuela en los últimos tiempos. Existe
toda un ordenamiento jurídico que regula la materia y establece, a los Municipios, entre otras obligaciones,
la creación de Unidades Administrativas de Desarrollo Social; por otra parte,
leyes novedosas han otorgado gran espacio a la participación popular e,
inclusive, en la administración de recursos públicos que deberán ser orientados
al desarrollo de proyectos sociales comunitarios, lo que supone para los
gestores de recursos, la formulación y evaluación de proyectos sociales.
El Área de Postgrado en
Seguridad Social cuenta con la
experticia necesaria en la materia y dispone de los recursos académicos
correspondientes para llevar adelante este nuevo Programa de Postgrado, el cual
se alimentará, como tiene que ser en un Programa de Postgrado Integrado, de los desarrollos
alcanzados en los Programas de Postgrado preexistentes.
4.-Plan de Estudio
El Plan de Estudios del
Programa de Especialización Técnica en Desarrollo Social Local comprende dos
(2) períodos académicos regulares, con duración de dieciséis semanas cada uno.
Asignaturas y Modalidades Curriculares correspondientes al Primer
Período Académico
Denominación de la Asignatura
Código N° de Créditos N° H/S
Total horas
Seguridad Social:
Filosofía y Doctrina
4 4 64
Gerencia Social 2 2
32
Medición del Bienestar
Social 2 2 32
Planificación Social 2 2 32
Metodología de la
Investigación 2 2 32
Total 12 12 192
Asignaturas y Modalidades Curriculares Correspondientes al Segundo
Período Académico
Denominación de la Asignatura
Código N° de Créditos N° H/S
Total horas
Seguridad Social en
Venezuela 2 2 32
Organización y Desarrollo
Social Local 4 4 64
Formulación y Evaluación
de Proyectos Sociales 4 4 64
Legislación para el
Desarrollo Social Local 2 2 32
Total
12 12
192
Total general de créditos: 24
5.-REFLEXIONES FINALES
Las reflexiones que anteceden nos han llevado al pasado del Trabajo Social,
cuando organización y desarrollo de la comunidad, se constituyó en un método
del Trabajo Social. Hoy, pensamos, que los iniciadores de este método no
estaban equivocados, sabían muy bien, lo que querían y las potencialidades que
el método tenía y tiene para impulsar el
desarrollo social.
Las condiciones sociales,
económicas y políticas actuales,
particularmente, en nuestro país, nos exigen un accionar práctico más sustantivo
y efectivo. Organizar y desarrollar nuestras comunidades es un reto para el
Trabajo Social en el marco de construir ciudadanía para el mejor vivir de la
gente.
La práctica social muchas veces tiene sus
retornos y, lo pasado de moda, transcurrido un tiempo, vuelve a imponerse,
inclusive, como novedad. Algo de esto está ocurriendo en profesiones como la de
Trabajo Social.
La metodología tradicional de
Trabajo Social, ferozmente atacada, estigmatizada y demonizada, en América
Latina a partir de los años finales de
la década de los años 60, cuando con fuerza inusitada , hizo su entrada en el
ámbito de la teoría y práctica, más en la primera que en la segunda, como suele
suceder con frecuencia, las concepciones
críticas, holísticas, globalizantes de
lo social; la crítica a la política
social legitimadora de la desigualdad social y, al decir de la época, su agente de acomodación por excelencia: el
Trabajo Social; el cambio revolucionario;
el rol del trabajador social como transformador de la realidad social,
la re conceptualización del Trabajo Social, la crítica a los métodos
tradicionales, y los Esquemas
Conceptuales Operativos (ECRO), para citar alguna tendencias y concepciones
críticas de lo que se llamó despectivamente Trabajo Social Tradicional, vuelve
a adquirir importancia y significación, sobre todo, y, particularmente, el Método de Organización y
Desarrollo de la Comunidad. Método que
adquirió amplio desarrollo en Venezuela con aportaciones de gran transcendencia y realizaciones
prácticas que en la actualidad constituyen referentes importantes en el país.
El mundo gira. Da vueltas. Hoy,
en Venezuela, se nos presenta como novedad el desarrollo social local y la
participación protagónica de la población en los asuntos públicos. La
participación de la población es un derecho humano, positivizado en Venezuela
en la Carta Política Fundamental de la
República y en un conjunto de leyes;
pero, este derecho de los seres humanos, en la sociedad
nacional, se ha tergiversado por
completo, adquiriendo matices y prácticas que en nada favorecen la organización
social para impulsar el desarrollo sustentable, el mejoramiento de la calidad
de vida y el bienestar social, propósitos esenciales de la organización y el
desarrollo social.
Lo dicho hasta ahora, muy
resumidamente, procura hacer un llamado a los colegas trabajadores sociales
sobre la importancia que tiene entender de manera distinta, técnica y
científicamente, el rol profesional, la intervención del Trabajo Social en los
procesos sociales de organización de la gente. Hay que distinguir claramente,
como aprendimos en el pasado, a diferenciar el líder técnico, del líder
popular, político, comunitario. La participación popular es sumamente
importante y necesaria. El Trabajo Social tiene el deber de promoverla en todos
los niveles; pero, no, para humillar a las personas y la obtención de
dividendos parciales o para prolongar determinadas situaciones y fenómenos sociales,
como ocurre en nuestros días, sino para dignificar a los seres humanos. Para
garantizar el derecho a la vida, a la libertad , la democracia, el desarrollo pleno de la
personalidad, la calidad de vida, la convivencia social y el disfrute de la riqueza
social producida por todos.
6.- BIBLIOGRAFÍA
De Sola, Ricardo (1988). Reurbanización “El Silencio”.
INAVI. Caracas- Venezuela
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
5.453 del 24 de marzo del 2000. Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
5.806 del 10 de abril de 2006. Ley de Los Consejos Comunales
Hirschman, Albert O (1977).Salida, Voy y Libertad.
Respuestas al deterioro de Empresas, Organizaciones y Estados. Fondo de Cultura
Económica. México.
Pozas Arciniega,
Ricardo (1964). El Desarrollo de la Comunidad. Técnicas de Investigación
Social. Universidad Nacional Autónoma de
México. México.
Excelente!!!!!! muchisimas gracias por el libro
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