ACTIVIDAD LABORAL GRATUITA
Absalón Méndez Cegarra
El
Derecho del Trabajo (DT), el cual surgió por la necesidad de la
intervención del Estado, como tercero de buena fe, en la regulación de
las relaciones laborales, mediadas por contratos civiles y mercantiles;
y, con el propósito de equilibrar un poco la fuerza de los dos bandos de
la relación: la poderosa, de los empleadores; y, la débil, de los
trabajadores, ha perdido total importancia y significación en la
Venezuela actual.
En Venezuela, el DT, se ha ido vaciando de
contenido. Instituciones fundamentales, tal es el caso del salario, han
ido desapareciendo como forma normal de la remuneración de la actividad
laboral subordinada, sustituida, por formas desaparecidas por ser
contrarias a la dignidad del trabajador: pago en especie, fichas,
trueque o, la más insólita, regalos otorgados bajo la figura de bonos
condicionados, por cualquier concepto, alejados de la relación laboral,
que humillan al trabajador.
El salario, es, la piedra angular de
la relación laboral y, se fundamenta, en el principio laboral que
establece que toda prestación de servicio personal debe ser remunerada.
No hay actividad laboral subordinada de carácter gratuito, por cuanto
ello significaría la renuncia de los derechos del trabajador a obtener,
como lo establece la CRBV, en su artículo 91, “(…) un salario suficiente
que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las
necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales (…) El salario
es inembargable y se pagará periódica y oportunamente en moneda de curso
legal (…) El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del
sector público y privado un salario mínimo vital que será ajustado cada
año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica
(…)”. Y, los derechos laborales son irrenunciables.
La
insignificancia monetaria y, peor, aún, su capacidad adquisitiva, de lo
que en Venezuela suele denominarse salario, es decir, Bs 40.000,00
mensual, equivalente, a menos de 6 dólares mensuales, representa una
mínima parte del costo de la canasta básica, el cual supera, ya, los Bs
2.500.000,00, de manera, que mal podemos hablar en el país de mercado
laboral y estructura salarial de los trabajadores, eso quedó para el
recuerdo de los estudiosos del tema laboral.
Ejemplo vivo del
desprecio por el trabajo productivo, esfuerzo laboral y remuneración, lo
tenemos en el salario que perciben, hoy, los profesores universitarios
en su totalidad. La actividad académica ha sido totalmente precarizada.
Los docentes universitarios, los pocos que quedan, acuden a las aulas,
por pura vocación de servicio, por compromiso social con alumnos y la
sociedad que los cobija. Ella, es, una actividad laboral gratuita,
riesgosa, causante de gastos y expuesta a mil amenazas y peligros.
En
“Noticias Universitarias”, se dio a conocer una información referente a
lo pagado por la UCV al personal docente y de investigación activo, en
la primera quincena del mes de junio, 2019. Veamos los conceptos de
pago: a) 1ª quincena de junio, incluye Bono de Estabilización Económica;
b) Becas y becas honor para los hijos; c) Bono de Reconocimiento
Laboral (mes de abril); d) Diferencia de Bono de Reconocimiento Laboral;
e) Bono de Rendimiento Docente (mes de abril); f) Diferencia de Bono de
Rendimiento Docente; y, g) Bono del Día del Trabajador. De siete
conceptos pagados, sólo uno, la quincena, tiene carácter salarial. Los
seis conceptos restantes, son bonos, sin efecto salarial alguno. Las
fuerzas, mal llamadas de izquierda, que nos mal- gobiernan, hoy, se
opusieron, ayer, a la bonificación salarial reinante en la Venezuela de
la década de los años 80, origen de la reforma laboral y de la
seguridad social de 1997, que culminó con la creación de un nuevo
régimen de prestaciones sociales, como compensación por los años de
servicio del trabajador a un empleador, lo que el Presidente Chávez,
calificó, como “robo” de las prestaciones sociales, debido al despojo
que sufrieron los trabajadores, al eliminarse la fórmula anterior que
reconocía todo el tiempo de servicio con el último salario percibido por
el trabajador. Chávez y Maduro, a partir de un determinado momento,
dejaron de pagar las prestaciones sociales a los trabajadores públicos.
La
estructura de pagos es extraña. Se ignora la forma que los empleadores
utilizan para calcular los bonos de reconocimiento laboral y
rendimiento docente, en un país, cuyos conceptos no son evaluables,
porque han perdido razón de ser. La gente acude al trabajo por mística, a
realizar las pocas actividades que se cumplen de manera gratuita
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