VENEZUELA AISLADA
Absalón
Méndez Cegarra
Venezuela, se encuentra total y
absolutamente aislada. Venezuela, la puerta de entrada a la América Latina, ni
se menciona en el concierto de las naciones del mundo. Cuando ocurre, es para producir
conmiseración, ante la grave situación que se vive en el otrora país con mayor
crecimiento económico e ingreso per cápita del sub continente latinoamericano.
El gobierno ha hecho todo lo
posible para que tal cosa suceda. Su tozudez para rectificar y enderezar
entuertos nos ha conducido a un callejón sin salida por lo que los venezolanos
nos estamos asfixiando en el territorio y la única salida encontrada es el
éxodo, la huida hacia otros países, igualmente, a producir, en la mayoría de
los casos, lástima y sufrir humillaciones y vejaciones, porque resultamos un
estorbo y un problema para los pueblos, que, con las limitaciones del caso, nos
abren sus puertas, no sus brazos.
El gobierno se equivoca
rotundamente si piensa que la vecindad con China y Rusia obedece a relaciones
de amistad y de cooperación internacional. A Rusia le interesa vender chatarra
armamentística a los países asustados por el fantasma de la guerra y colocar
una cabeza de playa en un país estratégico geopolíticamente como Venezuela.
Nada que ver con la expansión socialista. Igualmente sucede con China. El expansionismo
chino es para irse apoderando del mundo comprometiendo el futuro de muchos
países requeridos de préstamos y de financiamiento, además, de obtener jugosos
contratos, concesiones de diversa naturaleza y lograr vender sus múltiples
mercaderías de calidad inexistente al mayor precio posible. Países, como Venezuela, sometidos a un
coloniaje de nuevo tipo, cambian riquezas naturales por espejitos de bisutería.
El nuevo orden mundial, animado
por la globalización, impulsa la formación de bloques continentales o
regionales para buscar mecanismos que permitan el desarrollo de los pueblos en
condiciones más favorables. Los procesos de integración económica y social
procuran, a partir de algunos elementos comunes: geográficos, políticos,
económicos, sociales y culturales, acercar a los pueblos, en un comienzo con
miras proteccionistas y de cooperación mediante la liberalización de aranceles
a la producción nacional de mercaderías; posteriormente, como en todo proceso, alcanzar la integración
plena, la cual ocurre cuando se logra un mercado común, la libre movilización
de la fuerza de trabajo, una moneda y legislación común, tal es el caso de la
Unión Europea, que ha dado lugar a la aparición de nuevas ramas en el campo de
la ciencia jurídica: Derecho de la Integración y Derecho Comunitario.
Venezuela, desde fechas muy
tempranas, ha tenido vocación integracionista. El Libertador Simón Bolívar fue
un ferviente integracionista; pero, sus seguidores en el poder han marchitado
el proyecto integracionista bolivariano.
El número 275, mayo-junio 2018,
de la Revista Nueva Sociedad, está dedicado al desarrollo de un tema central: “América
latina: transiciones turbulentas”. En dicho número, se examina con profundidad
analítica el papel que juegan China y Rusia en el patio “trasero” de América
Latina y se pasa revista a los intentos integracionistas latinoamericanos, casi
todos ellos frustrados, razón por la que los países latinoamericanos o, algunos
de ellos, para ser precisos, han decidido romper las fronteras latinoamericanas
y abandonar los viejos y nuevos proyectos de integración: ALADI, ALBA, CA,
CARICOM, CELAC, UNASUR, MERCOSUR, entre otros, para abrazarse en la “Alianza
del Pacífico” y mirar con buenos ojos el
acercamiento con la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio
(EFTA) y La Asociación de Naciones del
Sudeste Asiático (ASEAN)
En el año 2011, Perú, Chile,
Colombia y México, decidieron integrarse a la “Alianza del Pacífico”.
Recientemente, tuvo lugar la XIII Cumbre Presidencial de este grupo en Puerto
Vallarta, México. En entrevista realizada al Presidente de México, Enrique Peña
Nieto, publicada por el Diario El Tiempo de Colombia (23.07.2018), se indicó lo
siguiente: “La Alianza del Pacífico concentra el 36 por ciento del producto
interno bruto (PIB) de América latina y el Caribe, el 57 por ciento de su
comercio y el 38 de la captación de inversión extranjera directa”. Es decir,
que los proyectos integracionistas latinoamericanos y los sueños de grandeza de
líderes como Hugo Chávez van quedando atrás y consecuencia de ello Venezuela
está aislada, inclusive, en sus espacios naturales
de integración tal es el caso de la Comunidad Andina (CA). En las relaciones
internacionales no hay amigos, hay intereses.
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