Absalón Méndez Cegarra El legado de Hugo Chávez es tan diabólico, dañino y perverso, que, su sucesor, Nicolás Maduro, ha convertido, en poco tiempo, a los miembros de la sociedad nacional, personas de bien, decentes, pacíficas, trabajadoras, amables, hospitalarias y honradas, en fieras humanas. El colectivo nacional y sus integrantes, pedimos disculpas por la generalización, hemos sido profundamente dañados en nuestro ser, ética y moralmente; en nuestro carácter nacional y el gentilicio como pueblo amante de la libertad y del actuar correctamente, como se nos conoció en el resto del mundo. Hoy, volvemos a ser víctimas de la barbarie. De una barbarie impuesta por el gobierno nacional que ha dado sus frutos en el colectivo e individualmente. Ya, no, nos reconocemos unos a otros como pueblo, hermanos, habitantes de un territorio común en el que compartimos lengua, economía, psicología e idiosincrasia. La otredad, el otro, el prójimo o semejante, ha qued
Licenciado en Trabajo Social, Abogado, Doctor en Ciencias Sociales y Coordinador del Postgrado Integrado en Seguridad Social en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Central de Venezuela (UCV).