ACTO BOCHORNOSO DEL CONSEJO UNIVERSITARIO DE LA UCV
Absalón Méndez Cegarra
El Consejo Universitario (CU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), ha sido protagonista de un acto bochornoso que amerita el repudio de toda la comunidad universitaria.
Desde hace tiempo el CU viene burlándose impunemente de la inteligencia de los universitarios. El CU es ilegal e ilegítimo desde todo punto de vista lo que debería producir entre sus miembros una cierta consideración al respecto.
El CU es el máximo organismo de dirección universitaria, pero, ha perdido total y absoluta credibilidad y, podemos decir, que no dirige ni gestiona nada, al contrario, perturba los esfuerzos de algunos profesores, empleados, obreros y estudiantes que buscan afanosamente volver a una cierta normalidad en la vida universitaria.
Las autoridades rectorales, decanales y los representantes profesorales son interinos en su totalidad. El interinato de las autoridades rectorales se ha prolongado por diez lagos años, el de los decanos por 11 años y el de representantes profesorales por diez años. La sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (año 2011) que permitió el interinato y suspendió todo proceso eleccionario en la UCV hasta tanto el CU dictase un nuevo Reglamento Electoral, conforme al artículo 34, numeral 3, de la Ley Orgánica de Educación y, se convocase a elecciones. La sentencia es clara y precisa, no dubitativa, ella fijó unos lapsos, que, en su conjunto, sumaban 75 días. Al término de dicho lapso debían convocarse las elecciones universitarias de autoridades rectorales, decanales y representantes de los profesores, lo que no se hizo. La Comisión Electoral no presentó un nuevo cronograma de eventos electorales y el CU no lo exigió, pues, al parecer, les ha resultado cómodo permanecer en sus cargos de autoridades, aunque, en la práctica, ya carecen de autoridad, por cuanto la misma, es decir, el gobierno universitario, ha pasado a manos del gobierno central, sin tener éste que acudir al expediente de intervenir militarmente a la Universidad o defenestrar a sus autoridades, ellas mismas declinaron, por lo que resulta fácil que el gobierno nacional actúe de la misma forma que lo hizo con la Ilustre Universidad Simón Bolívar, al quedar ésta acéfala por muerte y renuncia de sus autoridades rectorales. De ocurrir y, la mesa está servida para ello, la responsabilidad primera es de los miembros del CU, seguida de los integrantes de la comunidad universitaria que, por acción u omisión, lo hemos permitido y querido.
En reciente sesión del CU, según lo informó uno de sus miembros, el CU debía conocer el Informe presentado por una Comisión Técnica designada por el propio CU, sobre materia electoral universitaria, toda vez que, ya, se había aprobado un Reglamento Electoral Provisorio para regular un proceso electoral con fecha abierta.
El CU se abstuvo de considerar y aprobar el informe, en espera que la autoridad rectoral, presente una propuesta al respecto, como si se tratase de una suerte de imperio o sínodo papal en el que el Emperador o el Papa tienen la última palabra y, la misma será hecha pública cuando la voluntad y las circunstancias lo permitan, lo que demuestra el querer permanecer en los cargos a como dé
lugar; por consiguiente, las elecciones universitarias tendrán lugar cuando la entente de los dos desgobiernos: el universitario y el nacional, lo acuerden, sí, resulta necesario, pues, otras salidas están en puertas y son legales, como sucede con los interinatos sobre interinatos, que, en mala hora, se ha hecho costumbre, derecho consuetudinario, en la UCV.
Las autoridades universitarias, interesadamente, parece que olvidaran que la Ley de Universidades (1970) está vigente y confiere al Consejo Nacional de Universidades (CNU), no al CU, la facultad de designar a las autoridades interinas. El artículo 20, numeral 15, de las atribuciones del CNU, reza lo siguiente: “Designar a las autoridades interinas que hayan de asumir la dirección de las Universidades Nacionales no experimentales, en los casos de falta absoluta del Rector y los Vice-Rectores o de más de la mitad de los miembros del Consejo Universitario; y proceder a la convocatoria de las correspondientes elecciones, con arreglo a las disposiciones de esta Ley, dentro de los seis meses siguientes a la designación de las autoridades interinas”
Entiéndase, bien, no estoy propiciando la intervención del CNU para que imponga autoridades como sucedió en la Universidad Simón Bolívar, estoy exigiendo el cumplimiento de la Ley y el llamado a elecciones de manera inmediata, no estamos en condiciones normales para respetar los lapsos; pero, esto no sucede porque entre gobierno universitario y gobierno nacional hay un acuerdo que impide que se realicen las elecciones universitarias, de ahí la burla de CU y el diferimiento de la convocatoria a elecciones.
Sí, el gobierno interno de la UCV le preocupara y molestara al gobierno nacional hace mucho tiempo hubiese convocado a elecciones sobre la base de la facultad que tiene el CNU, establecida en el artículo 20, numeral 16 de la Ley de Universidades. El no actuar en consecuencia y permitir al CU todo tipo de desafueros revela que el gobierno se siente muy bien con lo que sucede al interior de la UCV.
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