EL DUEÑO DEL CIRCO
Absalón Méndez
Cegarra
La política en Venezuela, mejor, el ejercicio o la forma
de hacer política se ha vulgarizado de tal manera que ha perdido toda
confiabilidad y credibilidad en la población. Nadie cree en quienes
dicen llamarse políticos. No, así, en la política.
Hace poco leímos un
libro: “El rostro humano de la política”, s/f, de Héctor Alonso López,
líder destacado de la juventud de Acción Democrática, gran activista
político, de bajo perfil en la actualidad, depositario de muchos
secretos y vivencias que trata de dar a conocer en su obra escrita para
mostrar el “rostro humano” de la política; pero, también, el inhumano,
de aparición más frecuente. El libro de López, sin ánimo de
descalificación, lo caracterizamos como anecdótico, pues, pensamos, que
no llega a ser una autobiografía del autor o sus memorias y, el autor
así lo admite, de gran importancia para conocer y comprender
coloquialmente, sin grandes ni profundos análisis, la historia actual
de Venezuela o los últimos cincuenta años del acontecer de la vida
política del país, teniendo en primer plano a sus actores fundamentales,
es decir, los líderes políticos de los dos más importantes partidos
políticos que dominaron y dominan la escena venezolana desde el año
1958 hasta nuestros días: Acción Democrática y COPEI, pues, al parecer,
algunos de sus líderes juveniles de ayer son, en la actualidad,
dirigentes y militantes del PSUV, tal es el caso del personaje que funge
de Ministro de Educación.
El lenguaje político se ha
prostituido. Nada que ver, por ejemplo, con el utilizado epistolarmente
entre líderes de la estatura intelectual y política de Rómulo Betancourt
y Luís Beltrán Prieto Figueroa que, Héctor Alonso López cita en su
libro.
Resulta hecho frecuente que el mismo Presidente de la
República, en cualquier ocasión e irrespetando normas creadas por su
gobierno relativas a horarios radiales y televisivos reservados para
determinadas audiencias, insulte a Presidentes de otros Estados,
funcionarios gubernamentales de otros países, a los líderes políticos de
la oposición en Venezuela, inclusive, al pueblo de Venezuela, al cual
agrede con inusitada frecuencia de mil maneras.
El Presidente de
la República se queda corto en insultos comparado con el inefable
Presidente de la ilegal e ilegítima ANC. Este capataz de cuartel,
últimamente, se ha inventado dos calificaciones para referirse a la
persona que ocupa por voluntad soberana del pueblo venezolano la
Presidencia de la Asamblea Nacional, única rama del Poder Público
Nacional elegida constitucional y legalmente, la cual merece el respeto y
buen trato de todos los venezolanos, mucho más de los funcionarios
públicos.
El primer calificativo irrespetuoso, despectivo y
agresivo, utilizado por este señor, es llamar al Presidente de la AN:
“Juanito alimaña”. El Diccionario de la Lengua Española, señala, que: 1.
“alimaña” es un “animal perjudicial a la caza menor o a la ganadería”
2. “persona mala, despreciable, de bajos sentimientos”. Con el
Presidente de la AN se puede estar en desacuerdo con sus ejecutorias;
pero, ello no da derecho a caer en el insulto e irrespeto. Hay que
respetar la dignidad de los seres humanos. El segundo calificativo es
llamarlo “payaso”. A propósito de la convocatoria a una nueva ronda de
diálogo y negociaciones entre gobierno-oposición motivada por Noruega,
como tercero de buena fe; y, más concretamente, ante la confesión del
Presidente de los EEUU que líderes fundamentales del gobierno se están
reuniendo con su gobierno, entre otros, el Vice-Presidente del
PSUV, éste, en programa televisivo en el canal de los venezolanos, ha
dicho que él no se reúne con payasos sino con el dueño del circo;
pues, bien, sí el dueño del circo de la oposición venezolana, en
especial, de Juan Guaidó, es el Presidente de los EE.UU, lo cual puede
ser cierto, aunque no nos consta, todos los venezolanos tenemos el
derecho de preguntarle al gobierno nacional, ¿quién es el dueño de su
circo? Por cuanto no existe duda alguna y es evidente que el centro y
cerebro que comanda y dirige el gobierno de Venezuela se encuentra más
allá de las fronteras territoriales, está en Cuba, Rusia, China, Corea
del Norte y Turquía.
Sí, el gobierno habla solo con el dueño del circo,
es decir, el Presidente de los EE. UU, ¿con quién tiene que hablar la
oposición en Venezuela? ¿Quién o quiénes son los dueños del circo
gubernamental y quién o quiénes son los payasos del gobierno? Tal parece
que la solución a la crisis que tenemos en el país está en manos de
Donald Trump y Raúl Castro. Dependencia total.
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