CURIOSIDADES UNIVERSITARIAS
Absalón Méndez Cegarra
La vida universitaria en Venezuela, en el pasado, placentera y ansiada por muchos, se ha vuelto compleja,
difícil y conflictiva. En la Universidad resulta imposible
llegar a acuerdos sobre cualquier cosa. La Universidad ha perdido sus
encantos y atractivos y, la mejor prueba de ello, es la fuga de alumnos y
profesores y, particularmente, el desinterés existente en formar parte de ella,
pues, los concursos para optar a cargos docentes y de investigación, quedan
desiertos.
En el momento actual, algunas autoridades
universitarias, hasta hoy, ausentes, indiferentes y desmovilizadas en todo lo
referente a las condiciones generales de trabajo y cumplimiento de obligaciones
laborales contraídas con los miembros
del personal docente y de investigación, han creado, conjuntamente, con un
señor, falso dirigente de trabajadores universitarios, presidente de FETRAUVE, acólito
del gobierno nacional y del partido de gobierno, una campaña, o, mejor, una cruzada, en contra del Proyecto de la Segunda Convención Colectiva
Única de los Trabajadores del Sector Universitario (II CCU).
Al parecer, en el mundo
universitario, mundo social, ha entrado
en movimiento las leyes de la física, con su teoría magnética y
sus leyes de atracción y
repulsión. Algo impensable en el campo de lo social y, particularmente, en
materia laboral. Con asombro observamos, que,
polos sociales, aparentemente
opuestos, de distinto signo, se atraen; y, polos de igual signo se repelen.
Autoridades Universitarias o, algunas, para no generalizar, en apariencia,
opositoras, han hecho causa común, con sectores del partido de gobierno,
disfrazados de sindicalistas y de defensores de los derechos de los
trabajadores, para atacar el Proyecto de
II CCU, la mayor de las veces sin
conocer el contenido del Proyecto, e,
ignorando lo que su elaboración significó y significará para la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela
(FAPUV), especialmente, para su
Presidenta, Profesora Lourdes Ramírez de Viloria, quien, gallardamente, ha batallado como las mejores, en una plaza
monumental, plena de contrarios, procurando alcanzar respeto, dignidad,
consideración e igualdad de trato para
el profesorado universitario venezolano, lo que no hacen las Autoridades
Universitarias, por lo que merece nuestra felicitación y apoyo, y, debería
recibirlo de todo el profesorado venezolano.
La II CCU es hija legítima de la
ICCU. Para la elaboración, discusión
y aprobación de la I CCU, la
FAPUV, la cual representa a más de 40
mil profesores universitarios, fue excluida, no fue convocada; pero, tampoco,
fueron convocados los representantes
legales de las Universidades Públicas Nacionales, es decir, las Autoridades
Universitarias, únicos y verdaderos patronos o empleadores del profesorado
universitario; sin embargo, la I CCU, fue impuesta, y, las Autoridades
Universitarias guardaron silencio sepulcral, nada dijeron de violación de la
autonomía universitaria, del carácter o naturaleza legal de la Convención, y,
menos aun, de la vigencia y necesidad de aplicar las Normas de Homologación,
pedimento reiterativo de la FAPUV. Es más, las Autoridades Universitarias se
sintieron muy cómodas con la aprobación de la I CCU, como ha ocurrido con casi todos los asuntos laborales que conciernen al
profesorado universitario, por ejemplo, pago correcto y oportuno de las
prestaciones sociales, de manera que el discurso opositor de ahora, sin
presentar alternativa alguna, es total y
absolutamente falaz y vacío. ¿Que proponen las Autoridades Universitarias a
cambio de la II CCU?
La argumentación esgrimida por
Autoridades Universitarias, respaldada por sus correspondientes asesorías
jurídicas y las dadas por el falso dirigente sindical, es digna de ser
analizada con cierto detalle, pues, la primera, revela ignorancia; y, la
segunda, perversión.
Las Autoridades Universitarias
que han emitido opinión de rechazo al Proyecto de II CCU argumentan que el
contenido de la Convención, viola la autonomía universitaria, la progresividad
de los derechos laborales, las Actas Convenios, las Normas de Homologación y,
además, es despreciable, porque se trata
de una norma sub-legal. Por favor, señores, cuándo ustedes han defendido, de
verdad, la autonomía universitaria, han cumplido lo establecido en las Actas
Convenio y han hecho de las Normas de Homologación un punto de honor en el CNU,
del cual son miembros. Si son tan autónomas, por qué no convocan y realizan las
elecciones universitarias, para renovar
los equipos rectorales y decanales; por
qué se dejaron imponer la I CCU; por qué
no asumen su condición de patronos y empleadores del profesorado universitario;
por qué permitieron que la OPSU les
arrebatase lo relacionado con el cálculo y pago de las prestaciones sociales y
otros asuntos laborales; y, por qué no han presentado un anteproyecto de Ley de
Educación Universitaria o, al menos, por qué no cumplen con la vigente Ley de
Universidades.
La Convención Colectiva es fuente autónoma del
Derecho del Trabajo. No es norma sub-legal. Es un tipo muy especial de contrato
y. como tal, es Ley entre las partes. Es
la voluntad de empleadores y trabajadores para obligarse respecto a algo, es
decir, condiciones generales de trabajo. Una buena lectura de la obra del
Dr. Rafael J. Alfonzo-Guzmán, entre otros iuslaboristas, no les vendría nada mal.
Ya está bueno de tanto fariseísmo.
Por su parte, el dirigente
sindical-patrono, se fue por la calle del medio. La II CCU es inviable
financieramente porque los precios del petróleo han disminuido y porque en
Venezuela tenemos una guerra mediática que ha arruinado el país. Para este
señor, los trabajadores universitarios son quienes deben pagar los platos rotos
por el gobierno nacional. El gobierno y sus amigotes de ocasión disfrutaron y
dilapidaron una inmensa fortuna, destruyeron y destruyen la economía del país, saquearon y saquean las arcas públicas, causas de la gravísima
situación que se vive en Venezuela; pero, tal situación, no es atribuible al
gobierno, no es su responsabilidad, por lo que los errores cometidos deben ser
asumidos por la población, entre ella, los profesores universitarios. Fin de
mundo. Imposible mayor cinismo. Toda una
curiosidad universitaria.
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