BAILADORES: LA REACCIÓN DE UN PUEBLO AGREDIDO
Absalón Méndez Cegarra
Bailadores, es un hermoso pueblo de la cordillera andina, capital del Municipio Rivas Dávila del Estado Mérida, limítrofe con los Municipios Uribante y Jáuregui del Estado Táchira, vía la carretera transandina.
La población bailadorense es de tradición eminentemente agrícola y pecuaria y, más recientemente, floricultora. Un cantor popular, el amigo Alí Romero, en una de sus canciones costumbristas, exagerando las cosas, dice, que: “la comida de Venezuela la produce Bailadores”, el decir, se debe a la producción agrícola del lugar, rica en hortalizas y tubérculos. Bailadores es un pueblo de gente amable, pacífica, dedicada al trabajo, hospitalaria y receptiva; pero, Bailadores tiene su historia, antigua y reciente. El pueblo ha dado demostraciones de no ser tolerante. Conocemos de varias sublevaciones. Una, por la falta de alumbrado público, otra, en repudio a la explotación minera.
Hay un sabio refrán popular que dice: “el valiente es valiente hasta que el cobarde quiere”. Los pueblos del interior del país, humillados, maltratados y vejados hasta más no poder por los gobiernos nacional, regional y local, pueden ser “la chispa que encienda la pradera” y, al unísono, decir, basta, esto no puede continuar. En este preciso momento, Caracas, habrá dejado de ser la ciudad que da el ejemplo. Ciudad que luce aletargada, adormecida, sin fe ni esperanza, porque hasta la esperanza no la han robado, unos y otros, tirios y troyanos.
Loa días 19 de mayo de cada año se recuerda en el pueblo de Bailadores la visita de Simón Bolívar, El Libertador, en el año 1813, y su pernota en la llamada casa de Los Belandría, familia de alcurnia, ubicada en una de las esquinas de la hoy Plaza Bolívar, sustituida, hace pocos años, por una edificación moderna, cuando lo correcto ha debido ser la remodelación y conservación de la vieja casa colonial de dos plantas y balcón de madera, con vista hacia la calle, al estilo de las casonas de la época. Este año, 2023, las autoridades civiles del Municipio Rivas Dávila, acostumbradas a celebrar con bombos y platillos tan significativa visita de El Libertador en su tránsito hacia Mérida y, luego, a Caracas, organizaron un desfile militar con la participación de unidades militares y policiales de La Grita, Municipio Jáuregui del Estado Táchira y de la ciudad de Mérida. El evento contó, además, con la presencia de los Gobernadores del Estado Táchira y del Estado Mérida y sus correspondientes comitivas.
Bailadores, ha sufrido, como mucho de los pueblos agrícolas del país, los abusos y atropellos de las autoridades nacionales, regionales y locales. A los campesinos agricultores de Bailadores y de Los Andes venezolanos, se le ha cercenado el derecho al trabajo y a vivir del fruto de la tierra. Sus esfuerzos y recursos para producir los alimentos agrícolas que requieren los venezolanos en su dieta diaria y surtir de ellos a los mercados nacionales, se pierden inmisericordemente, porque carecen de combustible que le permita trasladar por carretera la producción alcanzada. Los transportistas pasan semanas y meses sin que llegue el combustible que permite movilizar las unidades de transporte.
El 19 de mayo del corriente año, el pueblo de Bailadores se sublevó y dio al traste con el desfile militar, desafió a las autoridades civiles y militares y burló todas las medidas represivas gubernamentales. La paz acostumbrada del lugar se alteró al ver la población que para las lujosas
camionetas de las comitivas gubernamentales si hubo gasolina, combustible que se le niega reiterada y sistemáticamente a los conductores y transportistas bailadorenses.
A las autoridades locales y regionales les salió mal la jugada carnavalesca de la celebración del paso de Bolívar por Bailadores. Es la memoria del mismo Bolívar, su espíritu combativo, independentista y libertario, que rompió contra la opresión de la Corona Española, la que inspiró y motivó la reacción de un pueblo al que se le menoscaba sus derechos.
La memoria del Padre de la Patria ha sido mancillada por quienes se autoproclaman bolivarianos y revolucionarios. No son ni lo uno ni lo otro. Simplemente, usurpadores y asaltantes del poder, peculadores y corruptos, que han amasado inmensas fortunas a costa del sufrimiento del pueblo. Para ellos todo. Para el pueblo hambre y miseria.
Pero, ese pueblo, humillado y vejado, parece que ha comenzado a despertar. De la tierra andina venezolana y en dicha tierra han surgido muchos movimientos, buenos y malos, que han marcado hitos en la historia de la Venezuela republicana y, más concretamente, en la primera mitad del siglo XX. Por lo tanto, no es de extrañar que del interior del territorio nacional pueda surgir, nuevamente, un movimiento como el de “Los Comuneros” que subvierta el orden nacional y ponga freno a tanta tropelía de quienes se consideran, sin serlo, herederos de las glorias libertarias de Simón Bolívar.
Bailadores, engalanado, este 19 de mayo, se llenó de fuerzas militares y policiales y, como es práctica frecuente de estos organismos de la represión, al pueblo airado, iracundo, se le impidió la libre movilización; pero, ignoraron que un pueblo asfixiado, ahogado en múltiples dificultades, agobiado de tanto sufrimiento, puede reaccionar violentamente y no amedrentarse por nada ni por nadie.
Así, fue, la celebración conmemorativa de la fecha en la cual Bolívar visitó. por primera vez, a Bailadores, lo hizo, una segunda vez, en el año 1821. En Mérida, según algunos historiadores, el pueblo merideño confirió a Simón Bolívar el título de Libertador. La liberación de Venezuela de las fuerzas que la oprimen bien puede ser iniciada por un pueblo andino. La reacción del pueblo bailadorense, puede ser la chispa que necesita Venezuela para romper con las ataduras que la oprimen.
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