VISITA DOMICILIARIA PRESIDENCIAL A LA UCV
Absalón Méndez Cegarra
Iniciamos este artículo con las palabras de la ex embajadora de Colombia en Venezuela y ex canciller de la Republica de Colombia, señora María Ángela Holguín, en su libro; “La Venezuela que viví. La historia de diez intensos años de un país que cambió para siempre”, editorial Planeta, 2021.Dice, la señora Holguín, lo siguiente: “Sobre este fenómeno del racionamiento-se refiere la autora al racionamiento eléctrico- quiero referirme a algo en lo que siempre he reflexionado y que he confirmado con el paso de los años; que el chavismo no hace nada improvisado, que todo está medido, calculado, pensado y ejecutado como fue planeado. En general se piensa que la dirigencia chavista actúa sobre el día a día, pero siempre creí que no era así y que la enseñanza cubana ayudó en esa estructuración…”.
A las autoridades de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se les cerró la noche al mediodía, como acostumbraba decir Don Luís Zambrano. Pensaron, ingenuamente, que la permanencia infinita en los cargos, permitida por el gobierno, era un espaldarazo a la gestión, ignorando que se trataba sencillamente de una estrategia gubernamental, llevada paso a paso, hasta llegar al momento final del allanamiento nocturno de la UCV y la defenestración tácita de las autoridades, cosa, al parecer, no advertida, todavía, por las autoridades universitarias. En muchas ocasiones señalamos, públicamente, que el gobierno había intervenido a la UCV con sus propias autoridades electas en el año 2008. Nadie dio crédito a tal opinión. Incluso se nos cuestionó el atrevimiento por parte de autoridades rectorales.
La visita domiciliaria del presidente de la República y su séquito a la UCV, en horas nocturnas, horas en las que actúa el delito, es, en propiedad, un allanamiento civil y una violación, como veremos, de la autonomía universitaria, establecida constitucional y legalmente. Pero, este acto de agresión gubernamental en contra de la UCV, planificado desde los inicios del chavismo, cuenta y ha contado, por acción u omisión, con aliados internos, profesores, estudiantes, empleados y, por supuesto, con las autoridades universitarias.
El deterioro del Campus Universitario, evidente, por lo demás, denunciado mil veces, el cual, hoy, con cinismo subido de tono, el presidente Nicolás Maduro, en el propio recinto universitario, en una de las aulas “recuperadas”, atribuye a las autoridades universitarias, ha sido la excusa perfecta para tomar por asalto a la UCV y. de manera pacífica. apoderarse de ella, asumir el control absoluto, Lo que venía ya sucediendo, con anuencia del gobierno universitario.
Muchos sectores de la comunidad universitaria se alegraron prematuramente por el regalo presidencial de la recuperación de la Ciudad Universitaria, autoridades rectorales, decanales y directivas estuvieron prestas a brindar todo tipo de apoyo al destructor, a quien negó sistemáticamente recursos presupuestarios para el mantenimiento; pero, ahora, en plan de salvador y doliente universitario, como parte del programa “una Caracas bella”, empeña su dedicación y esfuerzo en recuperar una Ciudad Universitaria fea y abandonada por una gestión de 13 años de duración, gestión prolongada permitida y auspiciada gubernamentalmente.
Aquí, no caben eufemismos ni encubrimientos. La UCV ha sido allanada por el gobierno nacional y sus autoridades han sido depuestas. El gobierno ejerce el control total de la UCV y, para ello. ha nombrado una protectora -autoridad máxima- y una ministra de Educación Universitaria que le apoya y acompaña.
La Ciudad Universitaria es el hogar de la comunidad universitaria y, el hogar doméstico y todo recinto privado de personas son inviolables (artículo 47 de la CRBV). El artículo 109 constitucional señala expresamente, que; “… Se establece la inviolabilidad del recinto universitario…”. Por su parte, la Ley de Universidades vigente, en su artículo 7, señala: “El recinto de las Universidades es inviolable. Su vigilancia y el mantenimiento del orden son de la competencia y responsabilidad de las autoridades universitarias; no podrá ser allanado sino para impedir la consumación de un delito o para cumplir las decisiones de los Tribunales de Justicia…”
El delito que hace posible el allanamiento de la UCV no es otro que el proceso destructivo al cual sometió el gobierno nacional a la Ciudad Universitaria de Caracas y, que, el caradurismo gubernamental, como sucede con la destrucción del país y su economía, atribuye a otros, a terceros.
En atención a lo expuesto, como manifestación de rechazo y rebeldía por el zarpazo gubernamental propinado a nuestra UCV, y, también, por apego a la legalidad, proponemos lo siguiente:
1. Ocupación inmediata de la Ciudad Universitaria por la comunidad universitaria, Retorno pleno de estudiantes, profesores, empleados y obreros a las actividades habituales. Inicio de actividades a partir de la celebración de una gran asamblea en la plaza abierta del Rectorado, presidida dicha asamblea por las autoridades universitarias y decanales, guardando todas las medidas de bioseguridad.
2. Convocatoria urgente, por parte del Consejo Universitario, a elecciones de autoridades rectorales, decanales y de representantes profesorales, dentro de un lapso de 30 días continuos, conforme a lo dispuesto al respecto en la Ley de Universidades vigente y en el Reglamento Electoral de la UCV. La toma de posesión de un nuevo gobierno universitario debe efectuarse el día 5 de diciembre del corriente años, “Día del Profesor Universitario”. No más dilaciones. Dicho proceso, repetimos, es urgente y necesario. Debe llevarse a cabo “llueve, truene o relampaguee”, como suele decir Nicolás Maduro. No más miedo ni conchupancia con el gobierno usurpador.
3. Convocatoria inmediata, sin dilación alguna, a elecciones en la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV). La toma de posesión de la nueva Junta Directiva debe hacerse efectiva el Día del Profesor Universitario, es decir, el 5 de diciembre del presente año.
Ha llegado el momento de probarnos como universitarios. Vamos a ver si con una UCV plena de estudiantes, profesores, empleados y obreros, el presidente de la República, Jacqueline Farías y Tibisay Lucena, se atreven a visitar nuevamente a la UCV.
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