LA FAPUV: 50 AÑOS DE LUCHA
GREMIAL
Absalón
Méndez Cegarra
La Federación de Asociaciones de
Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV) se aproxima a cumplir 50 años de
existencia. Fue creada en el año 1971. Poco tiempo después de la reforma
parcial de la Ley de Universidades, hecho que significó la culminación de la
intervención armada de la UCV.
La FAPUV, ha sido una agrupación
gremial de vanguardia en la lucha reivindicativa en Venezuela. Referencia
obligada para otros gremios, organizaciones sindicales e, inclusive, para
instituciones como las FAN.
La historia de la FAPUV en sus
primeros 50 años está plena de triunfos y derrotas. Vamos a dividir esta
historia en dos grandes etapas, de manera, por supuesto, arbitraria e interesada.
La primera etapa comprende, desde su creación hasta el año 1999; y, la segunda
etapa, desde 1999 hasta nuestros días.
La FAPUV, tiene su sede principal
en Caracas y, federa, 18 Asociaciones de Profesores Universitarios; pero, tiene
un cierto olor provinciano, anti caraqueño o antiucevista, pues, no ha tenido
al frente de ella a ningún gremialista de la UCV, tal parece que responde a un
pacto secreto entre las Asociaciones de Profesores para no ceder la Presidencia
a la APUCV.
Vamos a omitir, por ahora,
comentar la primera etapa para centrarnos en los últimos 20 años de la FAPUV,
los cuales han sido compartidos por dos directivas. Una, encabezada por el
colega y amigo José Rafael Casal, de la UNELLEZ; y, otra, por la querida amiga
y colega, Lourdes Ramírez de Viloria, de la LUZ. A las dos directivas les ha
tocado tomar la cicuta del chavismo-madurismo y el empeño de este engendro de
destruirlo todo, entre ello, el gremialismo-sindicalismo, sustituyéndolo por un
paralelismo sindical anti-trabajador, sumiso y servil.
A José Rafael Casal, le
correspondió vivir la luna de miel de Chávez con la academia, para corresponder
a los favores recibidos de la Universidad, en especial, de la UCV, la cual le
acompañó abiertamente en su fracasado golpe; y, luego, en su tren ministerial.
Transcurrida la luna de miel, arremetió con toda la furia que le caracterizaba
contra las Universidades que no se le postraron. Este momento tiene como actores principales
un grupo de profesores de la UCV y dos generales activos al frente de la
Oficina Central de Presupuesto (OCP). Y,
varios hechos: creación de la Comisión FAPUV-Gobierno, aplicación de las Normas
de Homologación (NH), reconocimiento de los pasivos laborales e inicio de su
cancelación mediante bonos de deuda pública nacional (Vebonos), cesta ticket,
bono doctoral y otros beneficios. De
este tiempo, por ser testigo de excepción, bueno es destacar la gestión
positiva de la OCP y de la Oficina de Planificación del Sector Universitario
(OPSU); pero, también, la gestión negativa del Ministerio de Educación y de la
OPSU, pues, ambas instituciones dieron inicio a la práctica nefasta de la
intervención no armada de las Universidades Nacionales: UNELLARG, UNEFM, UNESR,
UNELLEZ. Acontecimientos nacionales y la
salida del gobierno de los titulares de los Despachos señalados, marcaron el
fin del amorío y el comienzo de la arremetida, la cual se perpetuó en el tiempo
hasta alcanzar nuestros días. Motivo de preocupación para la Comisión
FAPUV-Gobierno fue el descubrir que en las Universidades no se contaba con
registros de personal que permitiese un levantamiento serio, objetivo, del
monto de los pasivos laborales. En el caso de la UCV, hubo necesidad de nombrar
una comisión especial que comenzó su trabajo recogiendo del suelo carpetas, expedientes
del personal, en las que no aparecía ni siquiera una copia de la cédula de
identidad del beneficiario. Se elaboró un instrumento para recaudar la
información y cada docente dio cuenta de su historia laboral. Nos equivocamos
en los cálculos, por la mínima diferencia de 4 mil millones de bolívares. Luego
esta labor se le encomendó a la Universidad de Carabobo. FAPUV defendió como
nadie lo hizo el régimen legal y contractual de Prestaciones Sociales.
A la profesora Lourdes Ramírez de
Viloria, le ha tocado la lucha más ardua. Una mujer bregadora, seria y
trabajadora sin descanso, se ha tenido que enfrentar a tirios y troyanos. A enemigos externos, sin duda, y, a enemigos
internos. Entre los primeros, tenemos el
gobierno nacional y su lista de ministros de pacotilla, al paralelismo sindical
que niega representatividad y legitimidad a la FAPUV, la excluye de la mesa de
conversaciones, la violación permanente de las NH y su reemplazo por la oprobiosa
convocatoria a reunión normativa laboral para aprobar, durante tres ocasiones,
ese adefesio llamado “Convención Única de los Trabajadores y Trabajadoras del
Sector Universitario”. Famoso es el acuerdo suscrito el 6-8-2013, en el que el
gobierno, autoridades universitarias, la FAPUV y los sindicatos oficialistas,
se comprometieron a respetar la condición de patrono de las Universidades y las
condiciones laborales establecidas en las contrataciones colectivas internas de
cada Universidad, sin cumplimiento alguno.
Al interior de la FAPUV, el
asunto es más complicado. A diario se descubren acuerdos subrepticios, se
conspira contra la institucionalidad y se le condena a muerte por inanición. La
historia es larga. Continuará.
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