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    EDUCACIÓN CUBANA-VENEZOLANA

 

                                                                                                                            Absalón Méndez Cegarra

 

En el periódico Diario Las Américas, de circulación en  Miami, EE.UU, recientemente (17-05-2014, página 3A),  fue publicado un reportaje amplio sobre el sistema educativo cubano, bajo el sugestivo título: “El ocaso de un “logro” de la revolución”.  El reportaje en referencia, da cuenta de lo que ha venido sucediendo en  el sistema educativo cubano, el cual, fue mostrado al mundo, durante muchos  años, como un ícono de la revolución socialista y uno de sus más importantes logros, lo que   interesó  a varios  países del mundo y a  organismos especializados en educación, tal es el caso de la UNESCO, lo que la llevó a invitar  a seguir el ejemplo revolucionario. La UNESCO, entre otras cosas, llegó a bautizar a Cuba, país libre de analfabetismo y a manifestar  las bondades de dicho modelo educativo.
Cuba, con estas credenciales y referencias, al igual que ocurrió con el sistema de salud, se sintió con el derecho-deber de exportar su revolución educativa y de la salud y, no faltó, quien comprase la mercancía, tal es el caso de Venezuela.
Por boca de los actores principales del sistema educativo cubano, entiéndase: alumnos, docentes, padres y representantes y funcionariado público, se sabe que todo ha sido un fiasco, inclusive, la elemental ética que debe  orientar la actividad docente, ha sido lanzada al malecón, a cambio de unas cuantas monedas, generando un gran fraude académico en el ingreso de los cubanos  a la educación universitaria.
Con toda seguridad, las afirmaciones de los voceros entrevistados por el reporterismo del Diario Las Américas,  serán desmentidas por el gobierno cubano y su satélite venezolano, señalando , que todo es obra de los “gusanos”, residenciados en Miami, para descreditar la revolución cubana; pero, lo curioso y preocupante, es que las denuncias  de estos voceros, coinciden, plenamente, con los cambios  que el gobierno venezolano ha venido haciendo y pretende hacer en el sistema educativo venezolano, con la ayuda, por supuesto, y, a un costo multimillonario, de la misión educativa cubana, creadora de las primeras misiones sociales: Misión Robinson, en Educación; y, Misión Barrio Adentro, en Salud. La primera, Misión Robinson, motivó a la UNESCO,  a declarar a Venezuela,  territorio libre de analfabetismo, también, al igual que Cuba, lo cual no es cierto, porque el Censo 2011, reveló un porcentaje significativo de personas que no saben leer y escribir (4%) y, muchas de las que acudieron al llamado robinsoniano lo hicieron por el interés de la beca; pero,  cuanto la misma dejó de existir, feneció el programa social educativo.
Es importante destacar las opiniones de los entrevistados cubanos y cotejarlas con lo que el gobierno nacional quiere hacer de nuestro sistema educativo, el  cual,  con todas sus imperfecciones, logró avances  cuali-cuantitativos de gran significación, con reconocimiento externo, como lo prueba con creces los egresados del subsistema de educación universitaria, antes del deterioro académico que ha sufrido este sub-sector, particularmente, con la creación de universidades carentes de  calidad académica y sin rigurosidad alguna para el ingreso de docentes y alumnos y sin contraloría académica de ninguna especie,  copiadas del perfil de la vieja  Universidad Soviética Patricio Lumumba, destinada  a la formación de los cuadros encargados de difundir las bondades de la revolución soviética por el mundo entero.  Otra cosa, muy distinta, académicamente hablando, era  y es, la Universidad de Moscú o la Universidad de La Habana, reservadas para un selecto grupo social, casa de estudio del líder de la revolución cubana.
La  educación en Cuba, según sus actores,  es un fraude. Citemos, textualmente, algunas de las argumentaciones dadas a conocer en el reportaje.
“Esta semana circularon versiones en la Habana sobre un fraude casi masivo en los exámenes de ingreso a la Educación Superior  (…) El precio del examen vendido alcanzó los 300 cuc (…)”.
“(…) En su intento de demostrar la supremacía de una ideología, el Estado otorgó licencia a los maestros para que, de una u otra forma, promovieran de grado a todos los alumnos”.
“La enseñanza dogmática de la Historia, con un acento especial en Fidel castro y una visión encartonada de José Martí, ha provocado que esa asignatura sea una de las más aborrecidas entre los estudiantes cubanos”.
“Los salarios miserables han provocado deserciones a granel. Muchos docentes prefieren ser maleteros en un hotel (…) donde ganan cinco veces más que dando clases”.
“Para tapar el parche, prepararon educadores en cursos exprés. Un orgullosos Fidel castro los denominó “maestros emergentes (…) En la calle la gente les colgó el mote de “maestros instantáneos”
“En las calificaciones también influyen los regalos hechos por los padres”. Un estudiante cuenta que según el rigor del examen, se le paga al profesor (…)”.
Muchas otras cosas más, todas irregulares, salen a la luz pública del sistema educativo cubano. Pero, lo que causa consternación, indignación  e impotencia es que todas esas irregularidades cubanas se estén trasladando, copiadas al carbón,  al sistema educativo venezolano. Aquí, no se trata de simple coincidencia, es una política de Estado expresa,  deliberada, intencional, que ya ofrece los primeros resultados decadentes; pero, lo lamentable es que las aguerridas Federación Venezolana de Maestros (FVM) y el Colegio de Profesores de Venezuela (CPV), de ayer,  obra de maestros como el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien hizo de la educación un culto y dejó doctrina educativa para las nuevas generaciones de maestros, tal es el caso de sus libros: “El Maestro como Líder”; “Joven, empínate”; y, “De una Educación de Castas a una Educación de Masas”, hayan desaparecido por completo, anuladas por un gremialismo mediocre, acompañado de un funcionariado incompetente y sin ninguna formación y experiencia en el sector educativo.

 

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