REINSTITUCIONALIZACIÓN DE VENEZUELA
Absalón Méndez Cegarra
Los destructores de la sociedad nacional, ahora, pretenden reconstruirla. Llevamos 24 años ejecutando un proceso destructivo, erosionante, del marco institucional de Venezuela. Al verlo en el suelo, pretenden tardíamente levantarlo.
En el año 1999, luego de una campaña electoral, en la que uno de los candidatos a la presidencia de la República, protagonista de un golpe de Estado frustrado, denostó de los 40 años de democracia representativa, período largo que calificó de negativo para el desarrollo y progreso nacional, se promulga una nueva Carta Fundamental de la República, a la cual se bautiza con el nombre de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El propósito de este nuevo pacto social era, entre otros, refundar la República. Refundar significa fundar de nuevo.
Con la entrada en vigencia de la CRBV, nació al mundo la llamada V República, en otras palabras, una nueva República, sustitutiva de todas las anteriores y. como corresponde a un movimiento revolucionario que alcanza el poder, ansioso por transformar todo lo anterior, tanto lo bueno como lo malo. Con la revolución bolivariana el marco institucional de la IV República es destruido para dar lugar a la institucionalidad revolucionaria. De manera que la institucionalidad que presenta en la actualidad la República es hija legítima de la CRBV y de la revolución bolivariana, por lo que no habría necesidad de cambiar nada, toda vez que los actores y creadores de la misma se mantienen en el poder, salvo que ellos admitan que destruyeron lo anterior y no fueron capaces de construir algo nuevo, nueva institucionalidad, o, la construyeron y fueron incapaces de fortalecerla, razón por la que admiten que en la actualidad se requiere de reinstitucionalizar el país.
El comentario anterior viene al caso por la intervención reciente que tuvo un distinguido profesor de la UCV ante la Asamblea Nacional, en su condición de flamante diputado y, a su vez, miembro del Consejo Universitario de la UCV, como representante profesoral, a propósito de informar o notificar a la que calificó como “honorable Asamblea Nacional”, de la decisión del Consejo Universitario de convocar a elecciones de autoridades rectorales, decanales y representantes profesorales al cogobierno universitario, convocatoria que tiene un rezago de 11 años, justificado, por una acción judicial, del TSJ, que, en el año 2011 ordenó suspender toda elección en la UCV hasta tanto no se elaborase un nuevo Reglamento Electoral Universitario, para lo cual la Sala Electoral del TSJ, dio un lapso de 75 días, lapso que se ha prolongado 11 años.
Al novísimo diputado, hasta ayer, ferviente defensor de la autonomía universitaria y de las luchas académicas y reivindicativas gremiales, le faltó poco para postrarse de rodillas ante el presidente de la Asamblea Nacional, para ofrecer la gran noticia, aderezada, nada más y nada menos, de una frase que recordará la historia: “reinstitucionalizar a Venezuela”. Para el colega profesor, ahora diputado, la convocatoria a elecciones en la UCV, significa el inicio de la reinstitucionalización del país, en palabras más directas, la institucionalidad destruida comienza a ser reconstruida por los mismos actores. La frase fue muy bien aprovechada políticamente por el presidente de la
Asamblea Nacional, otrora dirigente estudiantil, defensor de la universidad autónoma, democrática y plural, quien, inteligentemente , hizo uso de la frase y encomendó a una comisión prestarle atención al tema de “reinstitucionalizar a Venezuela”.
La vida da muchas volteretas. En reunión de profesores universitarios celebrada el 08-12-2022, para tratar asuntos generales universitarios, iniciativa de la Coordinación de Grupos de Opinión que hacen vida en la UCV, el profesor-diputado de marras, pidió una moción previa para informar lo ocurrido el día anterior en sesión del Consejo Universitario de la UCV, en la que una comisión técnica, designada por el CU, integrada por profesores de la Escuela de Computación de la Facultad de Ciencias, a la cual pertenece el profesor en referencia, presentó su informe, relacionado con los posibles escenarios que permiten llevar a cabo la realización de las elecciones universitarias. Uno de esos escenarios es con la intervención del Consejo Nacional Electoral.
El profesor-diputado, haciendo gala de su locuacidad y de un lenguaje escatológico, dio a conocer a los asistentes a la reunión, los pormenores de la sesión del CU, en la cual no fue posible aprobar el informe de la comisión técnica nombrada y su recomendación de acudir en auxilio al CNE.
Sorprendidos por la información y sin verificar la intencionalidad de la fuente informativa y sus intereses, escribimos un artículo cuestionando la postura del CU y el diferimiento de la decisión, en espera de una propuesta de la autoridad rectoral de la UCV.
Las cosas se dieron de una manera distinta a lo informado por el profesor-diputado, Resulta que el interesado en aprobar el informe y acudir al CNE era él y su grupo. El diferimiento del CU, les causó tremenda molestia. La propuesta de la autoridad rectoral, conocida días después, en sintonía con el querer de la comunidad universitaria, es la de tener elecciones libres, ajenas al CNE, con los recursos técnicos de la Comisión Electoral, como siempre se han realizado los procesos electorales en la UCV.
Aprovechamos la ocasión para pedir disculpas y retractarnos de las afirmaciones hechas en artículo publicado semanas atrás en el Semanario La Razón. Error cometido por no ampliar la información recibida y apoyar intereses subalternos bajo la firme creencia que se defienden intereses institucionales y universitarios.
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